Se acabó lo que se daba. "El show de Cleveland" no tiene absolutamente nada en lo que merezca la pena invertir los 22 minutos que dura cada capítulo. Da la sensación de que Seth MacFarlane solamente tiene un modelo para hacer series, y claro, cuando ya haces tres iguales la cosa se pone chunga. De nuevo tenemos al animal que habla (¿por qué le habrá dado por eso?), que esta vez es un oso, y repite la fórmula de Stewie con otro niño con mente de adulto que en este caso no sé ni como se llama.

Donde "American Dad!" es una serie que no llega al nivel de "Padre de familia" pero que como poco entretiene, "El show de Cleveland" ni siquiera cumple con ese objetivo mínimo y, para mas inri, cambia por completo al afroamericano amigo de la familia Griffin. En esta serie ya no es el hombre pausado, de voz lenta y suave que habla solo cuando es necesario y que se toma unas birras con Peter, Quagmire y Joe, aquí es como un Peter negro que no tiene la más mínima gracia. Lo único que me ha gustado de todo esto es que trataron a Cleveland como si fuese una persona real, y cuando se creó esta serie dejó de aparecer en "Padre de familia" argumentando que se había mudado. Curioso sin más.

En definitiva, espero que el señor MacFarlane deje de hacer las mismas series una y otra vez por ya cansa, que se dedique a remontar el vuelo de "Padre de familia" y a evolucionar un poquito porque, sin duda, lo que diferencia a un oportunista con suerte de un genio es el saber hacer cosas bien distintas y, por el momento, amigo Seth tienes más de lo primero que de lo segundo. Es una lástima la verdad, porque con este plantel se podría haber sacado algo mucho más aprovechable. No me extraña que a pesar de ser creada en 2009 ya haya sido cancelada, y aún así, 4 temporadas me parecen demasiado.

Lo mejor: la voz en castellano del hijo gordo de Cleveland.
Lo peor: todo lo demás.

Nota final: 3'5/10