Corta serie que supuso un 'boom' en todo el mundo. Sin duda alguna Mr. Bean es uno de los personajes más conocidos del mundo y también de los más carismáticos. Precisamente el mérito que tienen tanto la serie como el actor que le da vida, Rowan Atkinson, reside en que ese carisma, ese éxito y esas carcajadas lo consiguió sin apenas diálogo. Son las acciones, las caras que pone y las situaciones que vive este infantil, tacaño y maniático personaje lo que provocaron que en su momento diera la vuelta al mundo.

En cada capítulo Mr. Bean se encontraba en un sitio diferente haciendo cosas cotidianas, como por ejemplo ir a la compra, a la peluquería, a la feria, etc. Sin embargo su personalidad infantil y torpe provocaban multitud de situaciones de las que al final siempre salía airoso. Más allá de esta serie se explotó el tirón con algunas películas que, aunque te sacan más de una sonrisa, pierden valor con la introducción de múltiples diálogos entre los que se encuentran los del personaje principal, cosa que le quita ese encanto que tenía.

Rowan Atkinson está excelente en su interpretación, tan excelente que jamás ha llegado a despegarse del personaje como podemos comprobar en "Johnny English", donde se puede decir que Mr. Bean hace de James Bond.

En definitiva, esta es la prueba de que para reírse no hacen falta soeces, asquerosidades, tetas, tacos y demás cosas que en España se nos dan tan bien.

Nota: 7,5