La primera vez me vencieron los prejuicios ... la he vuelto a ver con mejor calidad y atención y sólo puedo decir que es la película bíblica por excelencia. Da igual que se tome licencias argumentales, ya que lo esencial lo aborda sin miedo y con muy bue resultado. Aronofsky cum laude en su retrato de la fe y la frágil condición humana e incluso de la misericordia divina. Russell Crowe está gigantesco dominando por todos lados su personaje: el resto del reparto simplemente danza a su alrededor. El diluvio capta la desolación del exterminio de la tierra inundada por las aguas y, en general, todo el diseño de producción es impecable y consigue sumergirnos en una fantasía memorable. Esta película ha conseguido tocarme bien hondo. Es, efectivamente, una película creyente.