Se supone que los Nexus 6 que son tan inteligentes acaban muriendo de las formas más estúpidas posibles. Y a manos de un "súper policia" (Harrison Ford) que, para ser él mejor, tiene media hostia, dicho en lenguaje llano, y que sobrevive de chiripa.

Y el único tema interesante, que es cómo diferenciar a los Nexus 6 de los humanos, apenas se trata debidamente. !Vamos¡, que si quieres contar la película a alguien la puedes resumir rápidamente, verificándose la simpleza del argumento. Por no hablar de la incongruencia que veo en el hecho de que en el año 2019 existan cibors tan perfectos que es imposible distinguirlos de los humanos, aún tratanto con ellos, sin haber pasado antes por robots y maquinaria de alta tecnología que supondría el paso intermedio. De hecho, en los planos panorámicos de la ciudad se ve una burda imitación futurista en lugar de alta tecnología avanzada. Quizás sea porque toda ésta quedaba camuflada en esa malditad oscuridad presente en toda la peli, que parecía que no existía el sol y que todo estaba contaminado, me hubiera gustado ver el plano de un campo a plena luz del día que inspirase algún rastro de vida. Pero claro, seguramente no disponían de un tractor futurista que encajase bien en el año 2019.