La historia trata de una madre y sus dos hijas que se mudan a una cabaña enorme en el medio de la nada. Esa trama fue contada en innumerable cantidad de veces pero muchas veces incide la forma con cómo la cuentan y cómo la van tratando lo que nos va atrapando.. pero éste no es el caso.
Lo que le pasa a los niños nos lo cuentan en unos pocos minutos y ahí ya pierde cierta intriga, más teniendo en cuenta que a lo largo de la película no ocurre nada. Apenas podemos verlos a los cuarenta minutos y recién a la hora "entran en acción" si es que se le puede decir así.
El maquillaje de los niños es paupérrimo, y es el mismo que he visto a muchas personas por la calle con poca idea de cómo "decorar" su cara; y no, no dan miedo, sino más bien pena.
Una película que quedará en el olvido muy fácilmente.