29 de julio de 2008
19 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueva Zelanda es un país de perfil bajo. Misterioso, pequeño y aislado como pocos, la vida pueblerina parece acoplarse a su identidad nacional. No sorprende entonces que una historia como ésta, de drama familiar y thriller policial encuentre su lugar en el mundo con tanta facilidad y naturalidad en el relato.
Un aclamado fotógrafo vuelve a su terruño y se enfrenta con reproches de su hermano, alli entabla una relación amistosa con una adolescente (extraordinaria actriz la tal Emily Barclay).
Lo que parece ser una buena película sobre el viaje interior y la vuelta a las fuentes, de pronto cambia su tono cuando la adolescente desaparece y empieza a resurgir un oscuro pasado familiar como posible explicación del misterio.
Muy interesante pelicula con grandes interpretaciones y satisfactoria vuelta de rosca final. La falta de ritmo de los tramos iniciales se compensa con creces ante la vertiginosa resolución.
Linda joyita perdida en los fríos mares del cine "independiente".
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