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Voto de Jorge Sanz:
9
8,0
32.653
Drama
Con sólo catorce años, Antoine Doinel se ve obligado no sólo a ser testigo de los problemas conyugales de sus padres, sino también a soportar las exigencias de un severo profesor. Un día, asustado porque no ha cumplido un castigo impuesto por el maestro, decide hacer novillos con su amigo René. Inesperadamente, ve a su madre en compañía de otro hombre; la culpa y el miedo lo arrastran a una serie de mentiras que poco a poco van calando ... [+]
6 de junio de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Truffaut escribe y realiza en su primer largometraje, los 400 golpes, que es una de las películas que impulsaron la novelle vague francesa, rodada en blanco y negro y técnicamente muy lograda.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Antoine Doinel es un chaval rebelde que crece en París a mediados del siglo XX. Como la mayoría a su edad, desafía al maestro y se mete en problemas con sus compañeros. Sus padres discuten constantemente por motivos económicos y de la educación del niño, quien muchas veces acaba pagando los platos rotos, aunque él continúa obediente, realizando las tareas del hogar que se le asignan.
El frágil equilibrio que domina sus vidas se rompe el dia que Antoine, que hacía novillos con su amigo René, descubre a su madre paseando por la calle con un señor desconocido. Tras esto, y para justificar su ausencia el día anterior, inventa la muerte de su madre, y como es lógico, es rápidamente descubierto. Superado por la vergüenza y la rabia, decide huir de casa para terminar durmiendo en una imprenta. Este será el comienzo de una espiral de rebeldía que terminará con el chico interno en un correccional donde tendrá que acatar la disciplina que sus padres nunca le impusieron.
Y es precisamente la disciplina, y cómo influye esta en la educación de los niños, el tema central de la película. Se plantean varios debates interesantes, sobre cómo debe ser la división de la responsabilidad de la educación entre la escuela y la familia, el uso de la fuerza física en la educación, la importancia de la ejemplaridad de los progenitores, y como estos deben transmitir afecto y cariño al niño.
El título de la película hace referencia a los reveses que recibe Antoine durante los primeros años de su vida y a su vez es una expresión coloquial francesa “faire le 400 coups” que significa “hacer 1000 travesuras”. Si bien al principio de la película el niño parece un rebelde sin causa, según avanza el metraje se van entendiendo las razones que le llevan a saltarse las normas, ya que acumula cantidad de traumas del pasado, y en el presente, la situación no hace más que agravarse a cada paso que da. La entrevista que le hacen al protagonista al final de la película desvela los recuerdos que le atormentan, los errores que cometieron con él sus padres por egoísmo, incapacidad o por ser demasiado permisivos y que en definitiva atormentan a Antoine y le desvían de la formalidad.
Contiene una serie de escenas míticas como la que se graba desde el interior de la atracción de feria, en la que aprovechando el movimiento de la atracción, se filman planos desde todas los ángulos posibles llegando incluso a voltear la cámara por completo, y la huida del correccional de Antoine donde una cámara en movimiento persigue al personaje durante varios minutos en un fabuloso plano secuencia.
Algunos detalles del argumento son autobiográficos de la infancia de Truffaut, como la mentira al profesor y el ingreso en el reformatorio, hasta tal punto, que los padres del director le retiraron la palabra durante años tras ver la película.
El frágil equilibrio que domina sus vidas se rompe el dia que Antoine, que hacía novillos con su amigo René, descubre a su madre paseando por la calle con un señor desconocido. Tras esto, y para justificar su ausencia el día anterior, inventa la muerte de su madre, y como es lógico, es rápidamente descubierto. Superado por la vergüenza y la rabia, decide huir de casa para terminar durmiendo en una imprenta. Este será el comienzo de una espiral de rebeldía que terminará con el chico interno en un correccional donde tendrá que acatar la disciplina que sus padres nunca le impusieron.
Y es precisamente la disciplina, y cómo influye esta en la educación de los niños, el tema central de la película. Se plantean varios debates interesantes, sobre cómo debe ser la división de la responsabilidad de la educación entre la escuela y la familia, el uso de la fuerza física en la educación, la importancia de la ejemplaridad de los progenitores, y como estos deben transmitir afecto y cariño al niño.
El título de la película hace referencia a los reveses que recibe Antoine durante los primeros años de su vida y a su vez es una expresión coloquial francesa “faire le 400 coups” que significa “hacer 1000 travesuras”. Si bien al principio de la película el niño parece un rebelde sin causa, según avanza el metraje se van entendiendo las razones que le llevan a saltarse las normas, ya que acumula cantidad de traumas del pasado, y en el presente, la situación no hace más que agravarse a cada paso que da. La entrevista que le hacen al protagonista al final de la película desvela los recuerdos que le atormentan, los errores que cometieron con él sus padres por egoísmo, incapacidad o por ser demasiado permisivos y que en definitiva atormentan a Antoine y le desvían de la formalidad.
Contiene una serie de escenas míticas como la que se graba desde el interior de la atracción de feria, en la que aprovechando el movimiento de la atracción, se filman planos desde todas los ángulos posibles llegando incluso a voltear la cámara por completo, y la huida del correccional de Antoine donde una cámara en movimiento persigue al personaje durante varios minutos en un fabuloso plano secuencia.
Algunos detalles del argumento son autobiográficos de la infancia de Truffaut, como la mentira al profesor y el ingreso en el reformatorio, hasta tal punto, que los padres del director le retiraron la palabra durante años tras ver la película.