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España España · Madrid
Voto de Moody:
6
Thriller. Drama Joe (Joaquin Phoenix), ex marine y antiguo veterano de guerra, es un tipo solitario que dedica su tiempo a intentar salvar a mujeres que son explotadas sexualmente. No se permite ni amigos ni amantes y se gana la vida rescatando jóvenes de las garras de los tratantes de blancas. Un día recibe la llamada de un político porque su hija ha sido secuestrada. (FILMAFFINITY)
2 de mayo de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película plantea una pelea a brazos caídos entre ella y el espectador. Sin reglas, comienza sus golpes. Un gancho potente y una dura defensa se combinan ante la mirada del espectador curioso, que planta batalla con su incredulidad ante una historia que creer haber visto antes.

Porque a los justicieros urbanos ya les hemos disfrutado antes, bien en la pequeña pantalla (“Daredevil”, “Luke Caige”), bien en la grande (“The Equalizer”, “Homefront”), y todos han salido airosos. Es por esto que el espectador es reticente, intuye el final y desconfía. Ante esta resistencia, la película echa mano a los recursos siempre eficientes, una sucesión de golpes violentos y sangrientos que resultan muy efectivos.

Si bien esta batería consigue que el espectador baje la guardia, “En realidad, nunca estuviste aquí” tiene un as guardado bajo la manga: Joaquin Phoenix. El protagonista presume de tener la misma idea que el guion, y sus apariciones son directos a la mandíbula. Siempre parco en palabras, él es más de hechos. La acción no varía su pausado ritmo, con puntos de inflexión muy marcados y explosivos.

Al contrario que en otras películas del género, esa acción no sorprende a un protagonista que trata de defender al inocente, sino que es buscada a propósito por él en busca de liberar a las chicas. Su traumático pasado influye irremediablemente en su turbio presente, y la película lo trata a través de numerosos flashbacks incompletos e interesantes.

Técnicamente la puesta en escena es contundente y potente, haciendo que la historia adquiera fuerza por momentos. El trabajo como director de Ramsay, aquí también guionista, es muy bueno, manteniendo siempre el espíritu de thriller intimista que ayuda a comprender las circunstancias que rodean al protagonista y sus acciones posteriores.

Con una reducida duración que invita a sintetizar mucho este guion basado en la novela de Ames, esta película promete combate con su estilo directo aunque a veces se le pueda acusar de ser demasiado tranquilo, algo que choca con el ritmo que tienen la mayoría de los thrillers actuales pero que la diferencia de ellos, algo que nunca está de más.
Moody
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