“Las vacaciones de una chiflada familia americana” creó escuela en las road movies venideras narrando el accidentado viaje de una familia por Estados Unidos con destino a un parque de atracciones. Sus situaciones, novedosas entonces y muy cómicas, se basaban en la sencillez de un guión repleto de locuras y creado para un Chevy Chase muy en forma.

Sin embargo, Helms no es Chase y “Vacaciones” no es su antecesora, por mucho que le quiera calcar las situaciones en un intento desesperado por crear un producto de consumo rápido con el mínimo esfuerzo. Helms lucía en “Resacón…” por formar parte de un grupo, pero en solitario pierde mucho fuelle. La película tiene la gracia que consigan sus chistes, y éstos son básicos y previsibles, poniendo a los personajes en situaciones ridículas. No es humor inteligente precisamente.

Hughes como guionista y Ramis como director son un gran tándem, una pareja talentosa que tiene recursos suficientes como para crear un producto de calidad. Pero los directores/guionistas de “Vacaciones” no tienen esa experiencia (es su ópera prima) y se nota a la hora de encarar las secuencias, ya que siempre tienen presente el original y no son capaces de hacer algo nuevo.

Así que si una película no resiste tantas comparaciones con la que es su modelo a seguir, quizás sea porque su nivel artístico es bastante inferior al esperado, y eso que la primera no era un dechado de virtudes. Huele a rotundo fracaso e inútil intento de actualizar un clásico de situaciones desastrosas.