Por fin una película que no da detalles relevantes de la trama dentro de su sinopsis. Es de agradecer que uno pueda llegar a este tipo de películas con la menor cantidad de información posible para que las sorpresas propias del género surtan su efecto. Y sorpresas hay gracias a un guión que juega con el suspense y las falsas sospechas durante casi toda su duración. Un thriller muy bien construido que, con un puñado de personajes bastante definidos y de los que se conoce lo justo de su pasado, es capaz de crear tensión para un espectador que se implica con facilidad en la vida de esas parejas que comparten edificio.

Algo que beneficia a la película es su ajustado presupuesto debido a su enfoque directo a la televisión, al menos en nuestro país. Este enfoque de película indie, aunque no en espíritu, permite trabajar de diferente manera a como se hace en una superproducción, cuidando mucho las situaciones, el ambiente, la localización… En general se prepara mejor el argumento sobre el que trabajar. De esta forma “En compañía de extraños” se beneficia de todo esto consiguiendo una atmósfera creíble y tensa a la vez en la que los personajes se ven envueltos casi irremediablemente. Esta calidad está bien llevada a la pantalla por Farr, director que huye de los planos convencionales para realizar una personal y convincente dirección. También ayuda la actuación de una estrella como es Poesy, actriz con ese aire enigmático y misterioso que se mete en un papel que no es sencillo por su personalidad, pero consiguiendo que el espectador la acompañe en el viaje.

Una propuesta inteligente que tiene puntos fuertes creando una expectación y una tensión esenciales, pero que también tienes sus debilidades y no puede resistirse a caer en algunas ocasiones en algunas rutinas del género, o un final bastante esperado que no está al nivel de lo construido anteriormente.