Con grandes expectativas esperaba la nueva película del Universo Alien para volver a disfrutar de ese ser xenomorfo, aterrador y babeante que tantas pesadillas habrá provocado. Después de haber leído tantas críticas y comparativas negativas con la anterior Prometeus, la cual considero que es una película que necesitaría de una segunda visión para llegar a disfrutarla plenamente. Valoraré a Alien Covenant sin comparaciones con la original Alien pues evidentemente perdería por goleada.
No se le puede negar al magistral Ridley Scott su empeño por demostrar su buen hacer detrás de la cámara y de nuevo en Alien Covenant destaca en su aspecto fotográfico, de diseño, vestuario y efectos especiales.
En su escena inicial, vemos a David, un autómata hablando con su creador, y en la que podemos escuchar la eterna pregunta, ¿De donde venimos?. Y surge el constante tema de debate de la Creación -¿Si yo he sido creado por Ud.? - dice David. ¿Quién le ha creado a Ud.?. Una escena invadida por un blanco inmaculado y que hace flotar en el aire una sensación de armonía y serenidad que nada tendrá que ver con lo que nos acontecerá a continuación.
La nave Covenant recibe una señal de un lugar inhóspito que no ha sido explorado hasta entonces. El motivo de esta llamada ya nos hace recordar a “Alien” cuando se producen una serie de turbulencias que desestabilizan la nave y origina que la tripulación despierte de su estado de hibernación.
La tripulación acudirá a la señal con la consigna de explorar el extraño planeta.
La película cuenta con varias escenas llenas de una gran carga de tensión como la que se produce cuando parte de la tripulación quedan infectados por un patógeno contraído en la visita al planeta.
En cuanto al reparto habría que destacar a Michael Fassbender que se erige como total protagonista en su doble papel de malvado/bonachón.
En definitiva, a pesar de haber recibido infinidad de críticas negativas y para muchos ha sido una total decepción, casi es unánime la opinión de que Alien Covenant no es una mala película.