Narra la historia real de Gary Webb (Jeremy Renner) un periodista que trabaja en el modesto diario “San José Mercury News” que se hace con una filtración en forma de documentos que implican al gobierno y particularmente a la CIA en la venta de drogas para financiar una guerra abasteciendo a la agencia de dinero y armamento para ello.
La obtención de esta documentación actúa como una patata caliente en manos de Gary que se mete a investigar la conspiración y queriendo mantener el honor de su profesionalidad difunde un artículo que actúa como una bomba de relojería que pone en peligro su vida y la de su familia. Ya se sabe cuando agitas el avispero, será mejor tener un buen lugar donde esconderte.
La verdad de su investigación fue de tal calibre que sus propios jefes y compañeros llegaron a cuestionarla. Los grandes medios de comunicación y otros periódicos de más entidad enfadados por no haber descubierto el filón llegarán a poner zancadillas a Gary para que desista en su afán de avanzar y destapar ese gran agujero negro de la política.
Una vez más queda evidente de que la justicia siempre está en favor de los más fuertes.
Una película bien contada y que interpreta con total rigurosidad Jeremy Renner que se convierte en la gran estrella de la función llevando todo el peso de la cinta.
De todas formas he sentido que le ha faltado tensión al argumento y su director Michael Cuesta se lo ha jugado todo a la baza de la interpretación de su actor principal.