Allá por 1996 Bian De Palma nos deleitó con Misión Imposible, un thriller de espías que era todo un homenaje a la fabulosa serie que nos mantenía pegados en familia a la pantalla de nuestro televisor.
Era la década de los 60 y brillaban los actores Peter Graves, Martin Landau, Greg Morris e incluso Leonard Nimoy (el entrañable Sr. Spock). Su tema musical de Lalo Schifrin se hizó tan popular que se ha conservado para la saga de películas actuales capitaneada por Tom Cruise.
John Woo, es uno de los tantos directores chinos que han dirigido en su país y han alcanzado un merecido prestigio. Y como otros tantos buscaron demostrar su estilo impregnados por los hedores seductores del hechicero Hollywood.
Es muy común que este cambio no le sientan muy bien a muchos y entre ellos incluimos a Woo.
A la vista queda la filmografía en tierras americanas del cineasta chino que no han superado la nota de un aprobado, como Broken Arrow, Blanco Humano o Black Jack (ésta hecha para TV) y la que nos ocupa Misión Imposible 2. Se salvaría de la criba Cara a Cara, Paycheck y Windtalkers pero ninguna de ellas son una maravilla.
Queda lejos el director que rodó grandes cintas de acción como The Killer, Una bala en la cabeza o Hard Boiled.
Pero sin ser tan duros ésta MI no ésta manca en cuanto a acción, es más, hay escenas filmadas que más de un director le gustaría haberla coreografiado.
Es en el guion donde la pata de la mesa cojea y en sus actores que les falta el alma que necesita la historia para que el engranaje funcione perfectamente. Así quedan desperdiciadas las interpretaciones de actores como Anthony Hopkins, Dougray Scott o el mismisimo Tom Cruise.
Por todo esto, tal vez sea ésta la peor de la saga a pesar de contar con un buen director.