La verdad es que me esperaba más de una cinta con un reparto aparentemente bueno. Al ver en el póster a Morgan Freeman y a Kris Kristoferson me esperaba muy buenos papeles a lo largo de la cinta pero aparecen como prácticamente cameos. Morgan Freeman cuando ya llevan una hora de película aparece para resolver los asuntos y Kris aparece y desaparece y muchas veces sin hablar. Éso es lo que no me ha gustado de la cinta aparte de que pensé que sería más emocionante o que podía hacerte al final. No me ha hecho llorar, las películas no tienen esa función pero por lo menos emocionarme algo pero sólo me he emocionado viendo las imágenes reales del delfín y de su historia al final de la cinta. Sin duda la intepretación estelar se la lleva Nathan Gamble, ya un niño muy crecidito con mucho enchufe pero que trabaja y ha trabajado en grandes películas como El caballero oscuro y La niebla y la decente Miedos. Ashley Judd hace el típico papel de madre que cuida y mima a su hijo que no lo hace mal pero que está muy visto. Vamos a ver señores, la mayoría de las historias reales son buenas, pero esta historia no llegar a ser buena, logra cumplir la misma función que otras cintas. Tiene un guión bueno pero su base es la misma de siempre, niño cuida animalito enfermo y la gente lo ayuda. Está demasiado visto y que nadie me lleve la contraria. Aunque si es entretenida y tiene momentos dramáticos pero algunos sobrantes como el del helicóptero que sólo lo utilizan para meter más 3d de lo poco que ponen. La cinta en sí no es ni pasable ni un peliculón. Es como la mayoría de las cintas relacionadas con el mar o animales y niños. En fin, una entretenida cinta marina real con una buena interpretación del niño protagonista, con muy poco 3d y que no emociona tanto como parece, al menos a mí no me ha llegado.

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