Tom Berenger y su carisma ocupan esta cinta con semejanzas a 'El rector' de James Belushi aunque de peor calidad. Interpreta un personaje que lo hace suyo y logra sostener la película porque el resto de secundarios no llegan a importarme a excepción de un sorprendente Ernie Hudson del que no esperaba verle en un rol así. La película no cuenta nada nuevo y resulta más exagerada y poco creíble de lo que ya de por sí aparenta.
Es entretenida y no está mal rodada aunque el guión no hace justicia a una historia prácticamente ridícula e inverosímil en algunos momentos aunque reconozco haberme reído en algunos momentos solo por ver a Marc Anthony de malote de turno. La música no brilla y no hay ningún tipo de riesgo en su historia, no es una historia trascendente ni tampoco tan divertida como El rector. Berenger tampoco es Belushi y aunque esta es más seria que aquella deja momentos bastante memorables aunque abundan las fantasmadas. La película cumple con su cometido, una película de institutos sin dejarnos moraleja más que toques de violencia y ojo por ojo ya que es la ley o reglas del personaje de Tom Berenger. Se aprovecha mucho del tema soldado y de ahí es un todo vale, evidentemente quien se la tome en serio es muy probable que no le guste, no es El club de los poetas muertos pero tampoco lo pretende. Cine noventero divertido y entretenido, no es más que eso, un pasatiempo intrascendente pero disfrutable. Interesante.