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España España · caldes de montbui
Voto de josep:
6
Acción. Fantástico. Terror Abraham Lincoln, además de ser Presidente de los Estados Unidos, también fue un cazador de vampiros tras enterarse de que su madre murió asesinada a garras de una de esas criaturas sobrenaturales, dando pie así a una visión fresca y visceral de las sangrientas tradiciones vampíricas, imaginando a Lincoln como el más grande cazador de no-muertos de la Historia. (FILMAFFINITY)
17 de agosto de 2013
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Primero de todo, decir que no hay que tomarse en serio esta película, para eso ya hay la magnífica Lincoln de Steven Spielberg. Bien, pues. Timur Bekmambetov, tras la notable Wanted, nos trae este film, mezcla de realidad y ficción. Una cinta llena de fantasmadas por minuto, aunque el que esto suscribe no le ha disgustado. Rodada para ser proyectada también en 3D en los cines, yo la dejé aparcada hasta ver en casa. Y creo que he hecho bien. El film se deja ver, me ha resultado un visionado en 2D interesante, no diría más. Partiendo de una figura histórica en los Estados Unidos, Abraham Lincoln, el que fuera el décimosexto presidente de los Estados Unidos y el promotor de la aprobación de la Decimotercera Enmienda a la Constitución en 1865, el guionista Seth Grahame-Smith (basándose en su propio novela) retrata una vida alternativa de Lincoln como cazador de vampiros, antes y durante su mandato como Presidente. Todo esto tiene un motivo y es que el protagoinista de pequeño observó como un chupa-sangre mataba a su madre. A partir de ahí, la venganza no tardará en llegar. Eso sí, no hará justicia solo, tendrá aliados a su lado. Timur nos ofrece, al menos, en este apartado está bien servido, unos efectos especiales del todo correctos, aunque tengo que decir que hay veces que cantan por soleares. Por lo que se refiere al plantel de actores, nos obsequian con unas interpretaciones decentes. Mencionar a la actriz Mary Elizabeth Winstead como la esposa de Lincoln, Mary Todd, que actúa muy bien cuando hay drama de por medio, aunque cuando la envejecen, el maquillaje no es que le favorezca mucho. Y también tenemos a Benjamin Walker como ese joven Abraham, que sí, vale, el actor está bien, se deja llevar en la trama, pero puesos a comparar con la película de Spielberg, Daniel Day Lewis le da mil vueltas. Y entre los villanos tenemos a Rufus Sewell, que parece que le gusta hacer más de malo que otra cosa. No es que sea un fan del actor, pero cada vez que hace acto de presencia, se come la cámara.
Parece que el director tenga una fijación con los trenes, ya que en la anterior cinta que ví de él, Wanted, hay una secuencia primordial que ocurre en un tren. Aquí tres cuartos de lo mismo, y más o menos nos lleva al mismo planteamiento.
Y en lo que se refiere a la música, la parte instrumental corre a cargo de Henry Jackman (Kick-Ass, ¡Rompe, Ralph!), y en la fotografía tenemos a un grande como es Caleb Deschanel (Las Crónicas de Spiderwick, La Pasión de Cristo, y no hace mucho con Jack Reacher protagonizada por Tom Cruise). Al menos, en estos dos apartados, está muy bien servida.
josep
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