El nuevo film de Paco Plaza, realizador de la más que notable "Verónica" (2017) con Sandra Escacena y "Quien a hierro mata" (2019) con Luis Tosar, se titula La abuela (2021) y vuelve al terreno del suspense y terror que tan a gusto se siente de rodar. Tiene ecos de su Verónica y de Rec (el edificio dónde se desarrolla la trama me lo recuerda, aunque todo ocurra en Madrid), pero no veo que se mantenga a la misma altura que áquellas. No me malinterpretéis, no es un largometraje malo, pero tampoco es lo que yo me esperaba, al fin y al cabo, a tenor de sus tráilers. No llegué a verla en el cine, por motivos que no vienen al caso en este momento, pero hoy he podido echarle un vistazo en casa y con tranquilidad. El reparto principal está formado mayormente por mujeres, tales como Almudena Amor (en la piel de una guapa modelo llamada Susana), Vera Valdez (la abuela que hace referencia el título del film) y Karina Kolokolchykova (he tenido que hacer un copia y pega para escribirlo aquí, interpreta a una vecina y amiga de la abuela que viene a ayudar de tanto en tanto, y que tiene algún que otro secreto oculto).
La trama va de una guapa modelo llamada Susana que, desde hace años vive en Paris, pero que de la noche a la mañana tiene que dar un giro en su vida para cuidar a su abuela que, viviendo en Madrid, acaba de sufrir un derrame cerebral. Lo que, en principio, podría ser un trabajo fácil y pasajero, acaba por convertirse en una pesadilla para ella. Llegar a hacerse mayor es ley de vida, aunque no le guste a nadie, y aquí el guión escrito por Carlos Vermut (basado en una idea del propio director Paco Plaza) se hace eco de ello. Plaza, gracias al buen hacer del reparto, la partitura musical compuesta por Fatima Al Qadiri, ese juego de luces y sombras con la fotografía de Daniel Fernández Abelló, consigue causarte más suspense y tensión del que hubieras deseado durante sus cien minutos de metraje. Bueno, a ver, no todo es suspense, porque el principio de la cinta no es que me haya llamado mucho, es cuando la acción se instala en Madrid, y sobretodo en el piso de la abuela, cuando el ambiente empieza a caldearse.
Como he dicho más arriba, en mi opinión (claro está, eso es indudable), no la veo que esté a la altura de "Verónica", por ejemplo, ni tiene el mismo empaque visual, pero bien que se merece su visionado. Faltaría más. Haría mención además que otra cinta española, con mucho menos presupuesto y menos marketing, titulada La pasajera (2021) dirigida por Raúl Cerezo y Fernando González Gómez me terminó de llenar más que la que ahora nos ocupa y, seguro que mucha gente ni ha oído hablar ni ha podido ver. Mi nota final es de 7/10.