Yo siempre me digo a mí mismo que este género no es bueno para mis nervios, veo una cinta de terror y el corazón me va a mill. Si veo una por la noche, luego no puedo dormir. Confirmado. Me dije varias veces que no la vería en el cine, que no pondría el pie en una sala de cine para ver La monja (The Nun, 2018). Y, ¿no sé el por qué?, pero no he podido esperar y he caído en la tentación de ver una de terror en pantalla grande. He sobrevivido a la experiencia, y gracias a Dios que es corta de metraje, no llega a los cien minutos de duración.
La monja está dirigida por Corin Hardy, realizador que desconocía por completo de otros largometrajes, y protagonizada por Taissa Farmiga (la hermana pequeña, en la vida real, de Vera Farmiga, que hemos podido ver en films como The Bling Ring (2013) y en series como American Horror Story) interpreta a una joven monja con un propósito, el actor mejicano Demian Bichir (visto en Alien: Covenant) como el Padre Burke, Jonas Bloquet (se le ha podido ver en Valerian de Luc Besson) como el Franchute (y no a modo despectivo, ya que curiosamente se hace llamar así) que acompaña a los dos protagonistas principales, y Bonnie Aarons de nuevo en la piel de la monja del título. Y digo lo de "de nuevo" porque el film, que ahora nos ocupa, es un spin-off de la película de terror de 2016 'The Conjuring 2" o, lo que es lo mismo, Expediente Warren: El caso Enfield, en el que este maligno personaje hacía un breve acto de presencia. Solamente sé eso porque no llegué a verla, aunque el film original "Expediente Warren" (The Cunjuring, 2013) sí que lo llegué a catar, pero poco de él recuerdo. Este film del universo de The Conjuring es el primero que veo en el cine, el primero que veo en pantalla grande y la verdad es que, y fuera bromas, me ha llegado a impactar y a asustar en muchos momentos. Esa monja ha podido conmigo, su rostro es demoníaco, te llega a atrapar. Sin duda, en cuestión de maquillaje, está muy bien, para aplaudir.
La historia empieza cuando el Vaticano se entera que en Rumanía, en una abadía de clausura, se ha suicidado una joven monja. Para descubrir el motivo, encargan la misión al Padre Burke (Demián Bichir), un sacerdote con un pasado que lo vincula al exorcismo, y así junto a una novicia (Taissa Farmiga), a punto de tomar sus votos, investigarán el secreto de la orden y se enfrentarán a la entidad demoníaca llamada Valak con la forma de la famosa monja del título. Todo dicho en resumidas cuentas, sin mucho más que añadir.
Por lo que a mí respecta, he conseguido pasar cerca de cien minutos con el corazón en un puño por los personajes, viendo como avanzaba la trama y todo lo que les estaba sucediendo. Algunos momentos que no te esperas, otros que se nos presentaban en el tráiler, pero aún así, no te impiden que te asustes involuntariamente. Lo siento, soy así de gallina. Aunque, el género de terror no es uno de mis favoritos, hay películas que logro ver mejor, y con más tranquilidad, que otras. Algunas en las que no abundan tanto los llamados jump-scares, pero se dejan ver. Aquí hay más de la cuenta, en mi opinión, pero se pueden sobrellevar, empezando por los minutos iniciales. La buena utilización del sonido, de los efectos de sonido, da la sensación de estar al lado de los propios personajes y de formar parte de la trama. Para el apartado musical, leyendo los créditos finales, se han reciclado unos temas que compuso Joseph Bishara para Expediente Warren: El caso Enfield, pero el compositor para este largometraje es un tal Abel Korzeniowski, el cual sus notas consiguen llegar a ponerme la piel de gallina en bastantes ocasiones. Y hablando de los créditos finales, hay una escena antes de estos, que enlaza con una secuencia de "Expediente Warren" (The Cunjuring, 2013) en la que se pueden ver a los personajes interpretados por Vera Farmiga y Patrick Wilson dando una especie de conferencia, en la que también se puede ver al personaje encarnado por Lili Taylor entre el público. Ya digo, no la tengo muy fresca, como para estar seguro del momento en cuestión. En mi opjnión, no llega al nivel para suspenderla, no la he encontrado tan mala, cumple muy bien su función de meterte el terror en el cuerpo de principio a fin. Un interesante trabajo en la dirección de Corin Hardy. No me extrañaría que dentro de unos años rodaran una secuela, teniendo en cuenta el buen recibimiento en la taquilla. Mi nota final es de 6/10. ¿Es una nota floja, tal vez, algo baja para mí? Es la nota que creo oportuna para este film, ni más ni menos.