Cuando vas a ponerte a ver este documental, te viene a la mente ese delfín televisivo llamado Flipper. Mientras lo vas viendo, te destroza por dentro lo que les están haciendo a estos pobres animales. Esto te hace pensar, la bestialidad del ser humano. Durante el especial noche de brujas VI de Los Simpsons, creo que era el VI, que consta de tres cuentos, hay uno titulado La Noche de los Delfines, ¿quién no lo ha visto? El caso es que Lisa deja libre a un delfín que está en el parque acuático siendo maltratado, una liberación a lo Liberad a Willy. Bien, ese delfín va a llamar a sus amigos a base de sonidos y se acaban vengando de todos los habitantes de Springfield. Aunque ya sabemos que esto es una serie de animación, podría funcionar en el caso de estos maquiavélicos pescadores japoneses, si se les puede llamar así, pescadores. Un documental merecedor del Oscar hará dos años, y que tiene muchas secuencias que te ponen los pelos de punta, ya que me parecen bastante explícitas. Momentos de dolor, de impotencia, de llorar (solo hay que ver las caras tristes de las actrices Isabel Lucas y Hayden Panettiere). Y esto no es una película de ciencia ficción, esto ocurre de verdad, aunque sea en Japón, pero es de verdad, y no es un hecho ocasional, sino que ya llevan muchos años practicando.
Lo que no conocía es que los delfines llevan una gran cantidad de mercurio en su organismo que es muy perjudicial para el ser humano. Qué cosas. Hay momentos de tensión y suspense cuando ponen las cámaras ocultas, muy bien llevadas a cabo junto con una correcta banda sonora.
La canción Heroes de David Bowie se puede escuchar durante los créditos finales, precioso final para cerrar este documental. Merece mucho la pena de verse. Muy recomentable y educativo.