Mucho ruido y pocas nueces. Así de claro la podría resumir. Han pasado 17 años desde que la cinta titulada El proyecto de la bruja de Blair (1999) dirigida por los desconocidos (por aquel entonces) Daniel Myrick y Eduardo Sánchez y protagonizada por tres actores también desconocidos como Heather Donahue, Michael C. Williams y Joshua Leonard emprendiera un enorme recorrido por los cines de todo el mundo. El florklore marcado antes y durante las proyecciones en los cines norteamericanos hizo creer a mucha gente que los hechos habían acontecido de verdad. Todo fue una treta, todo pura ficción, pero caló bien hondo. El presupuesto fue paupérrimo y machacó la taquilla en una época en la que internet estaba en pañales, al menos si lo comparamos con la actualidad. La segunda entrega estrenada un año después y que fue un batacazo, al menos si la ponemos junto al éxito cosechado por la anterior, está dirigida por el documentalista Joe Berlinger y dejaba de lado todo lo que ocurrió en la anterior, para enseñanos a unos frikis, a unos fans que querían conocer más sobre la leyenda de la bruja de Blair.
Pues bien, después de muchos tira y afloja nos remontamos a este 2016 en el que Adam Wingard (realizador de Tú eres el siguiente (2011) o de algunos episodios de la serie Outcast) le toca la genial y difícil tarea de entretener a la gente, de hacer que lleguen a pasar miedo, angustia y algunas situaciones de terror con esta "Blair Witch". Tiene un esquema parecido en la trama a la película original, cambiando (obviamente) a los personajes, aunque las cámaras que tienen para grabar han mejorado con el paso de los años. La original fue toda una sorpresa en su momento por varios motivos: sobretodo por internet (como he comentado antes) no estaba tan implantado como actualmente y no había las redes sociales ni las webs para ver vídeos (no hace falta decir nombres, la gente ya las conoce). En la que nos ocupa parece que los chavales lo tienen todo más masticado, cámaras más sofisticadas, pero no obstante el bosque y demás se lo harán pasar muy mal. No digo más para no estropear nada.
Los actores desconocidos (para mí), la única que he reconocido es a la actriz Valorie Curry (vista en The Following junto a Kevin Bacon). Una película que consigue crear una gran atmósfera de angustia y temor gracias al buen uso del sonido (cuánto más alto mejor y si no fuera por eso yo la hubiera mandado a un directo a dvd o bluray), por esta parte se ha salvado. Las interpretaciones ni fu ni fa, aunque soy benevolente y digo que me han parecido bastante decentes. La verdad es que no hubiera ido al bosque y menos de noche, ni loco, pero si me llego a encontrar lo que ellos, actuaría igual, si os soy sincero.
Por lo que leo durante los créditos finales, más que nada para calmarme tras lo visto durante el cuarto de hora final, veo que han habido compañías de efectos especiales. Lo veo comprensible a tenor de algunas secuencias que aparecen a lo largo del metraje. Un metraje de hora y media, unos diez minutos más que la película madre. Si tengo que elegir entre las tres, iría de cabeza a por la original. Hace tiempo que no la revisiono, pero no la recuerdo con momentos ni situaciones tan cargantes. Por de pronto, la nota final que le doy en este visionado es de 6/10.