Aunque no esté en la dirección de esta tercera entrega, de los Bad Boys, el volátil y accionero realizador Michael Bay, sí que regresan, no había la menor duda de ello, los actores Will Smith y Martin Lawrence retomando sus entreñables personajes de los dos detectives de polícía Mike Lowrey y Marcus Burnett respectivamente. ¿Qué queréis que os diga? Un producto visual disfrutable a más no poder. Metemos en una coctelera la primera y segunda entrega y nos sale otra chulada de buddy movie, de película de colegas. Además, aunque hayan tardado más en meterse en el rodaje de una nueva aventura, entre la primera y la segunda hay un impas de siete años y entre la segunda y la que ahora nos ocupa algo más del doble, la espera ha valido mucho la pena. El duo vuelve a tener la química de las dos anteriores, se nota el buen rollo entre ellos. La nueva historia está muy bien hilada, con montones de escenas de acción, explosiones, humor y drama. Es posible que los dos directores hayan tomado muy buena nota de las dotes como director de Bay porque hay muchos planos que me recordaban al trabajo del director de La Roca. Varios guiños a Dos Policías Rebeldes (por de pronto, eso de meter lo de Don Simpson/Jerry Bruckheimer Productions, ha sido pura nostalgia) y Dos Policías Rebeldes 2 (con la presencia de algún personaje de aquella). Junto a Smith y Lawrence, vuelve el veterano Joe Pantoliano como el Capitán Howard y se añaden bastantes incorporaciones nuevas tales como Vanessa Hudgens, Paola Nuñez, Charles Melton y Alexander Ludwig en el bando de los buenos, y Kate del Castillo y el joven actor desconocido Jacob Scipio en el bando de los malos. De hecho, del Castillo luce genial como la villana de la función y no veo que tenga un carácter tan comiquero como lo fue el personaje encarnado por Jordi Mollà en Dos policías rebeldes II (2003). Hay momentos muy emotivos, otros que consiguen sacarte bastantes risas y otros muy adrenalínicos. Los actores se han hecho mayores, el tiempo (por desgracia) pasa para todo el mundo, pero consiguen mantenerse en forma en muchas secuencias, o al menos lo aparentan. Un film de cinco estrellas, no quepa la menor duda, al menos se las pongo yo, o el diez bien merecido, porque es como si hubiera estado en el paraíso durante algo más de dos horitas. En el apartado musical, en lo referente a la partitura, Mark Mancina no regresa, pero se recupera su tema principal para la película original de 1995 y el compositor Lorne Balfe ha sabido respetar el espíritu de aquel score de principio a fin. Quién disfrutó con los dos anteriores largometrajes no debe perderse esta Bad Boys for Life (2020). Atención, durante los créditos finales hay una escena adicional que podría funcionar como un aperitivo para una futura nueva entrega. Así que, espero que tenga éxito en la taquilla, ya sea en Norteamérica como a nivel internacional. Vamos a cruzar los dedos. Mi nota final es de 10.