En realidad no es una película tan mala como apuntó todo el mundo, hay momentos interesantes, algún que otro acierto, pero el tono general es de
dejadez, aburrimiento y cansancio, algo a lo que Carpenter no nos tenía acostumbrados. Precisamente el cine de este director siempre es sinónimo de diversión y de
serie B desenfadada.
Chevy Chase hace lo mismo que en el resto de sus películas, es decir, cagarla y Daryl Hannah pasaba por ahí y se quedó un rato.

Absolutamente prescindible. Hasta Hitchcock tiene su "Topaz".