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Voto de piq:
7
7,2
7.505
Drama
Ryoata, un arquitecto obsesionado por el éxito profesional, vive felizmente con su esposa y su hijo de seis años; pero su mundo se viene abajo cuando los responsables del hospital donde nació su hijo le comunican que, debido a una confusión, el niño fue cambiado por otro. (FILMAFFINITY)
23 de junio de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En "De tal padre, tal hijo" Koreeda realiza de manera más que notable una película que aborda cuestiones sobre la naturaleza de la paternidad. Pese a que la paternidad sea algo universal con los que todos nos podamos identificar, en la película se representa desde un punto de vista muy japonés. Tanto, que considero que el punto fuerte de la película es el acercarse a la mentalidad y sociedad japonesa de primera mano.
El primer punto que lo demuestra es la gran atención a los detalles. Como en muchas películas japonesas, son los pequeños detalles los que hacen una película sólida e interesante y no la transcendencia de sus actos. Por ejemplo, los personajes no siguen ningún estereotipo, nadie es el malo ni es el bueno, todos son personas y todos tienen sus propias cualidades, virtudes y defectos.
Ponerse en el lugar de estos padres y tratar entender sus intentos de progreso como tales es lo que logra que uno empatice, ya que nadie tiene la verdadera clave para ser padre.
La película expone una reflexión interesante de la manera sutil que caracteriza a Koreeda, técnicamente sobresaliente, inteligente y con ningún desatino. Sin embargo pese a entender la reflexión que propone no he podido entregarme totalmente a ella porque es la naturaleza de la mentalidad japonesa la que lo conflictúa.
Sigo en el "spoiler":
El primer punto que lo demuestra es la gran atención a los detalles. Como en muchas películas japonesas, son los pequeños detalles los que hacen una película sólida e interesante y no la transcendencia de sus actos. Por ejemplo, los personajes no siguen ningún estereotipo, nadie es el malo ni es el bueno, todos son personas y todos tienen sus propias cualidades, virtudes y defectos.
Ponerse en el lugar de estos padres y tratar entender sus intentos de progreso como tales es lo que logra que uno empatice, ya que nadie tiene la verdadera clave para ser padre.
La película expone una reflexión interesante de la manera sutil que caracteriza a Koreeda, técnicamente sobresaliente, inteligente y con ningún desatino. Sin embargo pese a entender la reflexión que propone no he podido entregarme totalmente a ella porque es la naturaleza de la mentalidad japonesa la que lo conflictúa.
Sigo en el "spoiler":
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En la película es la naturaleza de la mentalidad japonesa la que crea los grandes conflictos. Ryoata (el arquitecto) y su padre creen que los lazos sanguíneos priman sobre los emocionales, algo que por ejemplo se refleja en la sociedad japonesa a través de la figura del emperador y su linaje, que está considerado descendiente de la mismísima diosa del sol, Amaterasu.
En el final del film vemos cómo son los sentimientos y los lazos emocionales los que de verdad importan, algo que rompe con el esquema cuadriculado japonés derivado de la importancia del honor, el compromiso y el qué dirán.
Por último, digo que el punto fuerte de la película es palpar la mentalidad japonesa por detalles como:
La disciplina y el interés de Ryoata por su trabajo; que su jefe, "salaryman" por excelencia, sea capaz de preocuparse por su situación familiar y actúe en consecuencia; el significado de los grados de inclinación de los personajes al saludar o pedir perdón (desde del repartidor de comida hasta la de los personajes principales); en qué momentos los padres eligen establecer contacto físico con sus hijos...
Como "no-japonés", uno puede fijarse en estos y muchos más detalles muy bien cuidados en la película.
En el final del film vemos cómo son los sentimientos y los lazos emocionales los que de verdad importan, algo que rompe con el esquema cuadriculado japonés derivado de la importancia del honor, el compromiso y el qué dirán.
Por último, digo que el punto fuerte de la película es palpar la mentalidad japonesa por detalles como:
La disciplina y el interés de Ryoata por su trabajo; que su jefe, "salaryman" por excelencia, sea capaz de preocuparse por su situación familiar y actúe en consecuencia; el significado de los grados de inclinación de los personajes al saludar o pedir perdón (desde del repartidor de comida hasta la de los personajes principales); en qué momentos los padres eligen establecer contacto físico con sus hijos...
Como "no-japonés", uno puede fijarse en estos y muchos más detalles muy bien cuidados en la película.