Haz click aquí para copiar la URL
Voto de antonalva:
5
Fantástico. Aventuras. Drama En un mundo asolado por los pecados humanos, Noé, un hombre pacífico que sólo desea vivir tranquilo con su familia, recibe una misión divina: construir un Arca para salvar al mundo del inminente diluvio. Todas las noches tiene una pesadilla recurrente en la que puede ver la catástrofe provocada por ese diluvio, pero después el sueño termina con la reaparición de la vida en la Tierra. (FILMAFFINITY)
14 de abril de 2014
27 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Darren Aronofsky ofrece una meticulosa, elaborada y costosa interpretación del archiconocido episodio de Noé, desde su tierna y cándida infancia hasta llegar al inesperado pero siempre venerable estado de abuelo y patriarca de una estirpe elegida por Dios y bendecida por una lluvia que no por anunciada deja de tener su devastadora y apocalíptica congruencia narrativa. Podemos hablar de mero pretexto para revivir una época y unos personajes oscuros, maniqueos, taciturnos, fastidiosos y arbitrarios que tratan de sobrevivir en un mundo hostil, lleno de hambre, temor, injusticia y muerte. Tanto atroz episodio parece no tener fin en este grandioso espectáculo que nos lleva al comienzo de nuestra era como recordatorio de que el expoliar la tierra y socavar el equilibrio de la naturaleza nos aboca al inexorable cataclismo.

Tanta caída en desgracia, tanto nombrar a Dios (aún sin nombrarlo o parafraseándolo, para no ofender a nadie, como Creador), la evocación de ángeles caídos o espíritus custodios, de elecciones dolorosas por inhumanas o sobrehumanas, tanto sacrificio, renuncia y culpa acaban por saturar al espectador que no sabe si dejarse llevar por el mero espectáculo propuesto o si debe tomar partido por algún personaje (casi ninguno inequívoco y siempre al límite de sus posibilidades). Hay demasiada información, demasiados frentes abiertos, demasiadas propuestas y demasiados recursos como para dejarse arrastrar, sin más, por las imágenes. A cada rato hay un nuevo retruécano, un más difícil todavía, un desafío o combate aún más lacerante y desproporcionado, una bravata aún más desbocada y temeraria. Lo simple y sencillo parece anatema.

Se puede dejar a un lado prejuicios e ideas preconcebidas y disfrutar del puro espectáculo visual y de la repesca de personajes arqueológicos, pero interesantes e intensos… Pero cuesta obviar que todo ello no deja de ser un estéril ejercicio de estilo más ampuloso que logrado, más forzado que bien resuelto, más ruidoso que sutil. Hay un exceso de efectos visuales y un notorio déficit en la construcción de personajes y conflictos que vayan más allá de lo previsible o de la vulgaridad prepotente y adocenada. Como gran espectáculo descerebrado puede tener un pase, pero a poco atento que esté uno, sabe a poco y deja un indigesto regusto a comida basura: llena sin alimentar, satura sin deleitar, rebosa sin satisfacer.

La hemos visto antes, la hemos visto mejor y no apetece volver a verla nunca más. Decidan ustedes.
antonalva
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow