La amistad es algo básico en pequeñas comunidades en las cuales no existen muchas posibilidades de relacionarse. Esta base junto con la belleza del paisaje, la fantástica fotografía y la magnífica interpretación de unos actores extraordinarios dan para película. Aunque el problema es la 'base': su reflexión sobre la amistad sería, en mi opinión, más interesante si no recurriese a efectismos impactantes absurdos.

Pero quedándonos con lo bueno: consigue plasmar la falta de oportunidades de sociedades reducidas y la dureza de los días monótonos y repetitivos donde poco ocurre y a veces ese aburrimiento provoca situaciones absurdas que derivan en dramas inevitables.

Soberbio Colin Farrell, jamás le había visto a ese nivel. Al igual que Brendan Gleeson y Kerry Condon. Sin duda lo mejor dela cinta.