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Voto de wambaelgodo:
5
Drama España. Verano de 1936. El célebre escritor Miguel de Unamuno decide apoyar públicamente la sublevación militar que promete traer orden a la convulsa situación del país. Inmediatamente es destituido por el gobierno republicano como rector de la Universidad de Salamanca. Mientras, el general Franco consigue sumar sus tropas al frente sublevado e inicia una exitosa campaña con la secreta esperanza de hacerse con el mando único de la ... [+]
13 de octubre de 2019
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando hablamos de una guerra no podemos obviar que nunca va a existir consenso. Las guerras son sinsentidos irracionales y barbarie gratuita propia de lo peor del ser humano. En esas se encuentra Unamuno cuando incrédulo se enfrenta a los acontecimientos del 19 de julio del 36.
Amenábar presenta buenas intenciones, quiere hacer la película desde un punto de vista que aún no se ha mostrado en los relatos sobre la guerra civil (nada de violencia explícita) y éste pertenece a un intelectual. Un personaje controvertido y sometido a la duda de si sus apoyos al fascismo no habrán sido una ayuda para aquellos que luego barren con todo llevándose por delante a sus amigos con un ideario, que a cualquiera que se preste de intelectual, causa sonrojo primero y miedo después.
Con todo y con ello lo mejor del proyecto son las intenciones porque lo que es la sustancia, el guión, el cine fracasa con un estrépito no esperado. Unamuno - Karra da la imagen, más que de un intelectual, de un pobre hombre bamboleado por un lado y por otro sin tampoco demasiado criterio. Todas las situaciones son quizás demasiado simples y los diálogos podrían llevarse a cabo hoy en día por un simpatizante de derechas y uno de izquierdas sin necesidad de aportar ningún pensamiento elevado que podría aportar un intelectual.
Todo esto lastra la interpretación de Elejalde, por no hablar de la de Santi Prego, el guión caricaturiza tanto al Franco 'generalísimo' que la actuación no lo supera (se oían risitas en la sala cada vez que intervenía). Eduard Fernández lo tenía más fácil y cumple, no se esperaba mucho de un personaje como Millán-Astray y quizás por ello solventa el papel con cierta brillantez.
Por lo demás sólo puedo destacar la falta de profundidad, de fuerza, de algo que se salga de una corrección formal y que emocione, no se produce y la verdad es que se hace larga, plana y tediosa.
Amenábar otrora sorprendía con brillantez y frescura pero llevo tiempo que salgo indiferente de sus películas. Ágora me pareció correcta pero no brillante, Regresión fiasco total. Nada que ver con Abre los ojos, Mar adentro o Tesis. Me descorazona un poco, la verdad y me hace desconfiar de las buenas críticas que ha recibido, porque la verdad, no las entiendo.
wambaelgodo
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