Blockbuster. Taquillazo. Cine de evasión. Términos que engloban a ese subgénero donde se suscriben infinidad de largometrajes concebidos con dos pretensiones no exclusivas, pero sí bastante claras: por un lado, reventar las arcas de los cines de todo el mundo con la afluencia masiva de público ávido de ser asombrado, y por otro lado, la necesidad pseudoartística de satisfacer las aspiraciones de grandilocuencia de los grandes estudios para demostrar sus más que decentes aptitudes para sacar partido a unos presupuestos inflados e invertidos en actores de gran renombre y despliegues visuales de espectaculares resultados. La historia se repite...

Blockbuster. Doug Liman. Liman, director de películas de acción que oscilan entre la notable "El caso Bourne", y la olvidable "Sr. y Sra. Smith", se aventura en esta ocasión en el terreno de la ciencia ficción post-apocalíptica, con una cinta que inventa una historia de viajes en el tiempo y alienígenas invasores donde cada uno de los elementos que vertebran el guión, se orientan en la misma dirección: la del entretenimiento. Liman erige su nueva película construyendo un ejercicio de acción edificado sobre los pilares del mejor cine de evasión. Capaz de crear una obra que sabe tomarse a sí mismo a broma, el resultado final de esa falta de prejuicios se traduce en una de esas obras que consiguen hacer que el tiempo del espectador se esfume entre escenas de acción planificadas con gran maestría, un excelente tempo narrativo y una trama que se justifica a sí misma como un ejercicio de diversión, sin pretender trascender otra barrera que el simple ocio, dejando de lado las implicaciones científicas o pseudofilosóficas de las acciones que tienen lugar. La historia se repite...

Blockbuster. Doug Liman. Referencias cruzadas. Todo un cocktail pulp, donde el público se situa en un fuego cruzado de reminiscencias cinéfilas que permiten recordar nombres como la loable "Atrapado en el tiempo", película con la que el protagonista llega a compartir arco dramático por muchos momentos; la espectacular "Aliens" que dirigiera en su momento James Cameron, y que vuelve a nuestra memoria en varias ambientaciones de "Al filo del mañana"; o incluso "Matrix" y sus malvados centinelas, cuya estética parece copiada para los alienígenas de aviesas intenciones de la película que nos ocupa. Esa mezcla de referencias, sitúa la cinta en una balanza delicada que oscila entre la diversión que produce el reconocimiento de las citadas similitudes, y la clara falta de originalidad de una cinta que, por otra parte, es consciente de ese gran lastre que lleva a sus espaldas. La historia se repite...

Blockbuster. Doug Liman. Referencias cruzadas. Tom Cruise. Pocos actores saben vender también su imagen como el protagonista de esta cinta. Un actor que ha convertido su vida en una gran campaña de marketing donde cada acción se orienta a la venta de su imagen como producto. Un producto reconocido en todo el mundo. Da igual que hablemos de Ethan Hunt o Jack Reacher. Da lo mismo que estemos ante "Minority Report" u "Oblivion", Tom Cruise sabe interpretar a la perfección el papel de Tom Cruise. Sus personajes admiten pocas sorpresas. Sus acciones vienen prefijadas por la marca Tom Cruise. Y aunque ese hecho resta emoción al quid de la cuestión, resulta imposible negarle el carisma que ha sabido labrar este actor al héroe de acción de fama internacional que es Tom Cruise. La historia se repite...

Blockbuster. Doug Liman. Referencias cruzadas. Tom Cruise. Cine de evasión, carente de pretensiones. Ese es el divertido plato que surge de cocinar esta receta con el fuego cruzado de un despliegue técnico notable y una cinta que sabe bucear perfectamente entre la acción, la comedia y, por qué no, la enésima historia de amor de desarrollo previsible, pero resultado notable. "Al filo del mañana" es una de esas cintas donde los prejuicios no se admiten. Todo lo que hay en su metraje, es consciente de sus limitaciones y de sus propios errores. Pero saber suplir las carencias de un relato con las virtudes del mejor cine de entretenimiento, es algo que muchas veces, los realizadores olvidan en aras de una grandeza que casi nunca alcanzan. La historia se repite...

...pero esta vez, el resultado merece la pena.