Me ha gustado mucho. Recupera parte de la marca Disney, denostada y alabada a partes iguales pero, infantil, soñadora, preciosista, tierna, simpática, irónica, ... es un cuento de hadas con todos los elementos que se esperan y se encuentran. La banda sonora es abrumadora, las voces espectaculares aunque es cierto que quizás hay exceso de canciones. El humor equilibra el mundo adulto con el infantil y, los guiños contínuos salpican de gracejo a los personajes. Enternecedor Raymond. Reivindica el cine de princesas que nuestros peques y nosotros, algunos ya adultos, echamos de menos. Está bien que hagan pelis de robots, máquinas espectaculares, peleas intergalácticas, bichos azules, animales con superpoderes pero, sin olvidar la parcela de los cuentos de siempre que yo añoro que mi hija pueda disfrutar, renovados y deslumbrantes como Tiana y el sapo.