Toda la supuesta intención moralizante y, crítica con el mundo superficial; toda la supuesta carga contra la importancia que se le da en esta sociedad a la belleza y que, hace muy complicado para la gente triunfar en el plano social y afectivo, acaba por ser PRECISAMENTE el centro de su argumento. Oséa que para criticar que muchos se rían, humillen y desprecien a las mujeres (y a los hombres) por su aspecto físico, hace que el protagonista se fije en el verdadero interior de ellas y, a las que sean buenas y honestas las vea COMO TÍAS BUENORRAS. Muy digno, muy educativo, muy estimulante para todas las mujeres que no son cánones de belleza del Playboy. Da gusto pensar que, encontrarán al amor de su vida si, todos los hombres de repente, se encuentran con un mentalista en un ascensor y, éste les convece de que las chicas no muy agraciadas pero de buen corazón, aparecerán ante sus ojos como bellezones de revista. Es decir que: nada cambia, ligarán y serán apreciadas por su aspecto, aunque éste se muestre distorsionado por un truco de magia ¡¡porque las verán guapas!! Muy gratificante. Y para colmo... los dos personajes masculinos, el Black y su patético amigo sacado de la genial Seinfiled, siendo dos prototipos de hombre poco agraciado (¡se habrán creído que en la vida real se pueden permitir el lujo de ir despreciando por ahí!), se recrean, en numerables escenas en hacer leña de las mujeres y hombres gordos, enfermos, deformados por unas u otras causas, convirtiendo temas y afecciones harto delicadas, en chistes soeces, gruesos y de muy mal gusto para "mostrar" lo buena persona en que se ha convertido el prota ¡¡que no tiene ni idea de que lo que ve, no es la realidad!! Increíble y malsana diversión a costa de tanto sufrimiento. Es cierto que, ser feo o poco agraciado no es el fin del mundo pero, para muchas personas es un drama que les provoca depresión, complejos y, que, les dificulta mucho la vida en este mundo que, nos guste o no, es superficial y está pensado así. Si eres guaperas, lo tienes mucho más fácil y, el que no lo quiera ver... Una cosa es que se les ignore o se haga coña del tema y, otro que, se actúe hipócritamente como si la realidad no fuera la que es. Me indigna profundamente el tratamiento, la idea y, la manipulación complaciente que hacen de estos temas en este ridículo y estúpido panfleto de comicidad irreverente. Pura contradicción porque el asunto criticado, termina por ser al final, lo que importa, guía y resuelve la situación. Sólo faltaba que, para rematar, ella se sometiera a una serie de operaciones integrales de estética y, apareciera como una Miss recién coronada ante todos y que, la llamaran: ¡¡guapa!!! A coro y, lanzando confetti. La moraleja que deja toda esta bazofia es indignante. Que se vincule tanto la peli a colectivos especialmente sensibles (mutilados, niños enfermos, personas con discapacidades deformante, etc...) la hace especialmente hiriente. Asqueroso.