No me voy a poner a criticarla despiadadamente y, sin sentido, aunque tengo razones para que no me haya gustado mucho y, esto no sea muy explicable para los fanáticos de Burton. Tampoco es que el musical sea un género de mi devoción, pero es que no me ha gustado menos por ese motivo, ya que no se me hizo muy pesado el tema canción por aquí, canción por allá (excepto la repetitiva Johanna). Se me hizo pesada y lenta en general. Insiste demasiado en enseñarnos ciertas cosas una y otra vez, sin avanzar nada y, tiene muchas partes que hubiera sido intersante exponer un poco más, saliendo de ese bucle en el que se mete durante media hora larga. Lo mejor es la puesta en escena y la estética gótica y asfixiante en la que se entra con facilidad. Los actores encajan como guantes con sus personajes y, en general se ve. Pero no es, para mí, una obra redonda y eso que TIm Burton es espcialista en este tipo de historias y ambientes.