Pues, luego de darle una hora de visión, llego a la conclusión de que la historia no piensa arrancar. Que no, que su ritmo sonso es la narrativa elegida para contarnos las desventuras de un vendedor viejo, a punto de perder el trabajo que le da seguridad en la vida. Solo salva la película el carisma de una Dennis Quaid revitalizado luego del papel aquel de lanzador de grandes Ligas, con su clásica cara de que el tipo nos cae bien a todos. Ni la presencia de la chica de labios gruesos, Scarlett Johansson, puede ponerle motividad y chispa al cuento este. ¿El protagonista, de dodne lo sacaron? Nunca lo había visto. Está bien, según Imdb.com, es uno de los pendejos comediantes del "Show de los 70´s".

Pues que les digo, es otra historia mas, que cae en interesante, pero que ahora al comentarla una semana después de verla, ni recuerdo bien que diablos pasó en ella, que sea digno de comentar. Solo el famoso malabarismo final en el guión, del que hollywood ahora cree imprescindible para que un film suyo parezca bueno, es lo único trascendente que sucede, y que mas aire de empacado y oportunista no puede tener.

Véanla y olvídese de ella.