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España España · Sevilla
Voto de DarkMoMo:
6
Drama En la Roma de la posguerra, Antonio, un obrero en paro, consigue un sencillo trabajo pegando carteles a condición de que posea una bicicleta. De ese modo, a duras penas consigue comprarse una, pero en su primer día de trabajo se la roban. Es así como comienza toda la aventura de Antonio junto con su hijo Bruno por recuperar su bicicleta mientras su esposa María espera en casa junto con su otro hijo. (FILMAFFINITY)
25 de noviembre de 2005
28 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
El neorrealismo es una tendencia que mostró la literatura italiana a partir de los años 30, y hasta mediados de los 50. El neorrealismo en el cine será un estilo de cine novedoso, un nuevo cauce expresivo que mostrará la cruda realidad de una Italia arruinada por la guerra y el fascismo, pero sin decir nada de esto, sin emitir juicios de valor. Ahí está (yo pienso) el arte de este movimiento. Una crítica implícita, que se descubre en unos enfoques y ángulos que muestran como nunca antes lo trágico; en unos personajes encerrados en un destino que no pueden modificar: son antihéroes con un triste final; en una sociedad corrupta, enemiga. Me sorprendió el ejemplo del loco (como pederasta lo interpreté yo) que quiere vender un timbre de bici al niño.

Ahora, teorías aparte, quiero dar un punto de vista distinto y enumerar una serie de momentos en la película que me hicieron partirme de risa, para todo aquel al que no le haya gustado la película (a mi sí eh?). Es muy posible que resulte obsoleta en cuanto a comportamientos y actuaciones, de tal manera que algunas escenas se vean un poco cutres:
- Como la que el hombre le dice a su mujer ¿Estoy guapo? - Sí. Y acto seguido le coge de la cabeza y forcejean... (¿que pretendía?)
- Otra en la que el pobre niño lleva media película andando por las calles de Roma y en un momento determinado habla y dice: ¿dónde se habrá metido ese hombre? A lo que el padre le da una bofetada (no se por qué, pobrecillo). El niño emite una llantina que produce risa floja.
- El niño burgués en el restaurante: que se gira en dos ocasiones para mirar con desprecio al protagonista y su hijo: no pude evitar unas carcajadas (ni yo ni nadie que visionaba conmigo la película), porque el niño que el director eligió no podía ser más feo.
- La escena en que el hombre se cuela en la casa de su sospechoso número uno: la ama de la casa no sabe como actuar y cuando ve al niño grita: ¡CARAY UN NIÑO! Otro momento de carcajadas. Ni que fuera una rata el niño...
- La forma de conducir de la gente: cada uno para una dirección. Las calles y las carreteras son un caos...

En definitiva, hay una serie de actuaciones exageradas y mecánicas que producen risa aunque la película sea seria. Una película fundamental por su importancia histórico-social, pero que a algunos puede aburrir en determinados momentos (a los que menos aprecien el cine). Es entonces cuando recomiendo enfocarla desde este punto de vista anecdótico que ofrezco.
DarkMoMo
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