Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Quatermain80:
7
Thriller. Cine negro Tras cumplir varios años de condena por complicidad en un delito, Elisa (Olga Zubarry) entra a trabajar como enfermera para doña Sabina (Eugenia Zúffoli), una antigua diva de la ópera con la salud delicada. En la casa conoce a Fernando (Alberto de Mendoza), un sobrino de doña Sabina desocupado y vividor, que la seduce y la intenta involucrar en un plan para heredar la fortuna de su anciana tía.
26 de julio de 2012
23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mur Oti, director poco recordado, tiene en su haber algunas películas que hacen incomprensible tal olvido, dada su evidente calidad; aunque he podido ver muy pocas, todas ellas me han parecido notables -con la excepción de "Loca juventud", protagonizada por un repelente y medio crecido Joselito-, especialmente "Cielo Negro" y la soberbia "Orgullo" (en mi opinión una de las grandes películas españolas más desconocidas). Ambas tienen a las mujeres como protagonistas, rasgo que también comparte el presente filme de la mano de Elisa, una enfermera ex convicta.

La película desarrolla un argumento clásico del género policiaco o negro, en el que la citada Elisa, animada y seducida por el tarambana, mujeriego y sinvergüenza heredero de una anciana enferma, planeará un crimen que, como suele ser habitual, se complicará fatalmente. El guión dibuja unos protagonistas bien definidos, siendo Fernando un manipulador sin escrúpulos ni moral, sólo movido por el interés y la ambición, mientras que Elisa resulta algo más ambigua, dado que aunque también se deja seducir por un futuro de comodidades, es la atracción que experimenta por Fernando la que la impulsa a actuar; pese a ello, la película no la disculpa, mostrándola claramente decidida, y también al margen de todo remordimiento o duda. El resto de personajes queda claramente subordinado a los dos protagonistas, poniendo en claro que las personalidades que interesan a guionista y realizador son las de los criminales, sirviendo los demás como contraste moral y apoyo necesario para el desarrollo de la historia.

La estética "negra" preside la película, pero se hace más evidente en algunos fragmentos concretos, a saber: la secuencia del vaso de leche (con cierto aire a "Sospecha", de Hitchcock); la del traslado de un cadáver en plena noche (fotografía muy contrastada, picados y contrapicados); la del cabaret que visita Fernando (con una iluminación y ambientación perfectas); por último, la secuencia del tren, con sus característicos planos en ligero contrapicado acentuando la profundidad, transmiten inquietud y sensación de amenaza.

Un buen reparto, encabezado por los dos protagonistas, ambos bien interpretados (sobre todo Olga Zubarry como Elisa), redondea con su labor una película entretenida y bien realizada, acorde con las bases del género negro, el cual tuvo en España una pequeña época de esplendor -años cincuenta y parte de los sesenta- que urge recuperar.
Quatermain80
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow