La historia pinta bien un capitán de un barco necesita pasta y que mejor manera de hacerlo que metiendose en el negocio de la inmigración ilegal. Cuando ocurre la tragedia que evidentemente aquí no contaré se desata la locura sobre todo del capitán. El director con un valiente y atrevido guión, una potente atmosfera y unas interpretaciones que rallan entre la locura y la sobriedad dibuja un relato sobre la locura. Con una mirada cínica el director nos adentra en este mundo de locura pero sin llegar demasiado a apasionar.. No es muy diferente a otras películas coreanas que he visto creo que estos tipos están un poco para alla....