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Voto de Walter Neff:
8
8,1
20.155
8 de junio de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desoladora obra sobre el alcoholismo incluso más que "Días sin huella" del maestro Wilder. Quienes quizás puedan comprender mejor el terrible drama de la bebida serán sin duda los propios afectados y sus familiares directos. Aunque en mi caso por mi trabajo he tenido la ocasión de observar de cerca muchos dramas producidos por la ingesta desmesurada de alcohol, y puedo asegurar que es un mundo terrible del que no es nada fácil salir. Un vicio que ha destruido por igual a ricos que a pobres, solo que estos últimos por su condición siempre me han parecido mas dignos de lastima. Afortunadamente con el paso de los años cada vez se aprecian menos casos entre los adultos, no así entre los más jóvenes.
Sirva este preámbulo como una pequeña reflexión antes de adentrarme en el film de Blake Edwards que sin duda llega directo a las entrañas del corazón.
Joe Clay (Lemmon) de profesión ejecutivo se enamora de una joven y simpática secretaria(Ramick) cuyo único vicio hasta la fecha es el chocolate. Ambos contraen matrimonio y tienen una preciosa niña. Todo va sobre ruedas hasta que él arrastra a ella por el camino de la bebida. Lo que al principio parecía un inocente pasatiempo se va a convertir en un terrible drama.
Sin duda los que estén acostumbrados a ver a Lemmon en papeles de comedia se sorprenderán gratamente de los registros que tenia para los papeles dramáticos. Su personaje cambia de reflejar al principio a un tipo relativamente alegre y desenfadado que no para de contar chistes entre trago y trago, hasta mostrar al sombrío, pesimista y amargado de la segunda parte.
No hay que olvidar el gran papel de Lee Ramick dando vida a una atormentada mujer que no encuentra salida en el oscuro callejón en el que le ha metido su incauto marido.
Sin duda, un notable trabajo sobre las consecuencias del alcohol. Su visionado nos puede parecer incomodo y amargo, pero sin duda nos puede servir para no meternos en un mundo que como el de las drogas tiene mala salida.
Sirva este preámbulo como una pequeña reflexión antes de adentrarme en el film de Blake Edwards que sin duda llega directo a las entrañas del corazón.
Joe Clay (Lemmon) de profesión ejecutivo se enamora de una joven y simpática secretaria(Ramick) cuyo único vicio hasta la fecha es el chocolate. Ambos contraen matrimonio y tienen una preciosa niña. Todo va sobre ruedas hasta que él arrastra a ella por el camino de la bebida. Lo que al principio parecía un inocente pasatiempo se va a convertir en un terrible drama.
Sin duda los que estén acostumbrados a ver a Lemmon en papeles de comedia se sorprenderán gratamente de los registros que tenia para los papeles dramáticos. Su personaje cambia de reflejar al principio a un tipo relativamente alegre y desenfadado que no para de contar chistes entre trago y trago, hasta mostrar al sombrío, pesimista y amargado de la segunda parte.
No hay que olvidar el gran papel de Lee Ramick dando vida a una atormentada mujer que no encuentra salida en el oscuro callejón en el que le ha metido su incauto marido.
Sin duda, un notable trabajo sobre las consecuencias del alcohol. Su visionado nos puede parecer incomodo y amargo, pero sin duda nos puede servir para no meternos en un mundo que como el de las drogas tiene mala salida.