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España España · Huesca
Voto de kunil:
10
Romance. Drama. Ciencia ficción Un hombre (Hugh Jackman) realiza dos viajes: uno al pasado, a la España del siglo XVI, y otro al futuro, al siglo XXVI. Su objetivo es salvar la vida de su esposa enferma de cáncer, pero para ello tendrá que encontrar el legendario árbol de la vida cuya savia proporciona la inmortalidad. (FILMAFFINITY)
11 de abril de 2010
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pretender ser objetivo cuando hablamos de algo capaz de punzarte con tal intensidad en el alma es casi una insensatez. Por eso no voy a hacer el más mínimo esfuerzo en ese sentido.

Cuando vi por primera vez esta película quizás no poseía aún las suficientes herramientas emocionales para descifrar en que sentido había sido capaz de cambiarme. Sin embargo, sí que tenía la suficiente seguridad intelectual para no dejarme influenciar por el arrollador número de opiniones negativas vertidas en su mayoría por el brazo más conservador de la crítica.

Después de un segundo visionado años después me reafirmo en mi postura al decir que no se ha sabido valorar debidamente una obra monumental del cine contemporáneo. Porque eso es lo que es esta película, un canto a la sensibilidad de las nuevas generaciones, a la gente que hemos crecido en la sociedad de la imagen. La imagen entendida como elemento capaz de crear potentes símbolos que conectan directamente con nuestro subconsciente.

Desde una perspectiva puramente analítica, esta afirmación contemporánea se hace patente en la propia estructura de la película presentada a modo de collage. Un agregado de metáforas extremadamente sugerentes, interrelacionadas entre sí. Entre las que podemos destacar por ejemplo el árbol de la vida representando el hecho de la muerte como un acto de creación, de regeneración. La estrella moribunda que es la imagen del ultramundo. El anillo que simboliza el círculo, la forma perfecta mediante la cual se construye el universo y que se reitera a lo largo de todo el metraje. Y por último, el más potente, bajo mi punto de vista, el libro que hace referencia a la continuidad de la conciencia, a la inmortalidad de lo mental sobre lo corpóreo. Aún no puedo parar de repetir en mi cabeza las desgarradas palabras del protagonista cuando Isabel le cede su novela: “- No me preguntes como acaba, no sé cómo acaba.” Esa es la idea primordial del film, la desesperada negación del ser a descubrir el final. Es sin duda un concepto tan antiguo como esencial en el hombre, pero tratado con mecanismos genuinamente de nuestra época. Quizás sea eso lo que no han sabido ver los detractores de esta película. Quizás no hayan entendido que un collage posee coherencia interna por sí mismo, por su propio sistema de agregación y de interrelación entre sus partes. Es absurdo intentar interpretar de manera lineal un mural de Picasso o de Pollock como lo es intentar hacer lo mismo con esta película. Hay que dejarse arrastrar por la atmósfera, eso es lo que le da sentido al conjunto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
kunil
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