Serpientes, cocodrilos, tiburones, neoyorquinos.... Posiblemente sea una de las entregas de la saga Bond en la que más vida salvaje nos pongan en pantalla. Se fue Sean Connery y nos metieron con calzador a Roger Moore, probablemente el Bond más payasete, irónico e inexpresivo de toda la saga.

Las escenas de acción no son nada del otro mundo..... es más, hay algunas (como la de la persecución de lanchas motoras por los canales de Louisiana) que hasta resultan un coñazo y los personajes secundarios son a cada cuál más demenciales, falsos y acartonados....

Situaciones tremendamente inverosimiles (como ver a Bond saltando sobre varios cocodrilos o gente explotando al "digerir" balas de aire comprimido), un guión con un montón de agujeros e interpretaciones bastante pobres para la que sería la entrada del tercer Bond cinematográfico. Una cinta de acción y espionaje poco satisfactoria....

Le pongo un 5 raspado por enseñar cocodrilos y tiburones feroces, que si no.....