Yo no he visto la película de Hathaway ni he leido la novela en que está basada, así que valoraré esta película por sus propios méritos y sin comparaciones.

La película discurre tranquila puesto que es una historia tranquila (normalmente) la que nos cuenta, en la que tendrán más importancia los lazos que se van creando entre los dos protagonistas (creibles e inolvidables) que las aventuras que les suceden.

Aquí nosotros seremos una niña de 14 años que se cree suficientemente dura, adulta y preparada para comenzar un peligroso viaje de venganza, y veremos desde esos inocentes ojos cómo se las gastan en realidad los tipos duros, adultos y preparados en un mundo igual de duro. Los Coen conseguirán que sigamos siendo esa niña hasta el final de la película, aumentando nuestra impresión y sorpresa gracias a ese punto de vista infantil.

La atmósfera es la adecuada y los actores también, y la fotografía, la BSO, el guión y la dirección son los adecuados para que disfrutemos del Oeste y nos lo creamos totalmente.