Rompiendo las olas de Lars von Trier, es una cinta que mantiene intacto el dramatismo psicológico que caracteriza al genial director. De nuevo, cámara en mano rueda escena tras escena absorbiendo al espectador en su atmósfera dura y cruel, con una protagonista enferma, enferma de amor y obsesión por mantener lo que ella considera necesario.
Un guión bien hilado, con un ritmo algo asfixiante eso sí, consigue penetrar en el espectador gracias a un argumento estremecedor, provocador e inquietante. Jugando y maltratando psicológicamente, no solo a la protagonista, sino también a un público expectante de ver, un final que no sea tan dramático, como suele ser en el caso de este director.
Las actuaciones son soberbias, en especial la de Emily Watson, con gran profundidad psicológica y clavando un papel hecho a su medida. También la música es evocadora y bella, trabajada al detalle para acompañar al duro argumento y ayudar al director, a provocar las emociones que busca con este film.
En conclusión, si te gustan los dramas psicológicos que provocan impotencia y rabia en el espectador, que sean rodados con gran realismo por su trabajo de cámara y enormes interpretaciones, con un argumento de los que dejan una huella inolvidable, esta es tu película. Si has visto Bailar en la oscuridad y no te gusto, no te recomiendo que veas esta porque es del mismo calibre.