Nymphomaniac. Volumen 2 de Lars von Trier, es la secuela y drama sexual de una mujer ninfómana. Dirigida con un ritmo lento y reposado, y con el estilo habitual y único del director, continua la historia del primer volumen donde la dejó, y da una vuelta de tuerca más si cabe a una trama incitadora y oscura, que provoca en el espectador reacciones diversas entre las que desde luego no se encuentra la indiferencia. Realizada de modo implacable y arrollador, tiene un resultado portentoso y extraordinario que merece la pena ser descubierto.
La fotografía, es llamativa y sugestiva, con unas imágenes excitantes y estimulantes que impactan y desconciertan, dejando sorprendido al público por su sinceridad y valentía al mostrarlas sin tapujos. La música, es hipnótica y variada, con sonidos eclesiásticos y nostálgicos por un lado y tristes y profundos por otro, dando emotividad con sus melodías. Y los planos y movimientos de cámara, son dinámicos en el uso de la cámara en mano siguiendo al personaje, detalles, subjetivos y primerísimos que aumentan el dramatismo y la sensación de inquietud.
Las actuaciones, son brillantes y penetrantes. Contando con las convincentes y oportunas interpretaciones de Charlotte Gainsbourg, Stellan Skarsgård, Shia LaBeouf, Willem Dafoe, Jamie Bell, Connie Nielsen, Christian Slater y Jesper Christensen entre muchos otros. Empleando para estos, unos vestuarios estéticamente sugerentes y apropiados para ser alusivos a la historia, en una bien trabajada en detalles dirección artística. Y destacando también el montaje, que de nuevo está dividido en capítulos de manera creativa.
El guion, escrito por el mismo director, es directamente una continuación de la primera parte, aunque se vuelve más fuerte y recóndito que su predecesor, ya que tiene los habituales toques provocadores y comprometedores, pero es algo más incitador y llega a una sexualidad más extrema en sus múltiples variantes, calando en el público al antojo del director. Y es llevado a cabo, con una narrativa enigmática y curiosa por parte de la protagonista y su voz en off, que intriga y da sensación de profunda desesperanza con equilibrio y expresión.
Para finalizar, la considero una obra digna de visualizar para completar la historia, por ser incitadora en la temática como pocas, y porque busca en todo momento la provocación del público. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, música, montaje, caracterizaciones y narrativa que vuelven a Nymphomaniac. Volumen 2, un film distinto y tentador, que gustará a todos los seguidores del director y a los buscadores de dramas fuertes y poco convencionales.