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Voto de Lalachan:
3
2013
Ramón Campos (Creador), Gema R. Neira (Creadora) ...
5,1
2.789
Serie de TV. Drama. Romance
Serie de TV (2014-2016). 4 temporadas. 55 episodios. Ambientada en 1958, la moda en España sufre un importante cambio con la aparición del prêt-à-porter. La serie gira en torno a una galerías con costureras y dependientes. La familia Márquez gestiona las galerías encabezado por el patriarca, Don Rafael Márquez (Fernado Valverde), su mujer Doña Gloria (Natalia Millán), el hijo de Rafael e hijastro de Gloria, Alberto (Miguel Ángel ... [+]
5 de febrero de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Érase una vez, en una patria muy, muy lejana llamada España, vivía una modista en los sótanos de unas galerías de ropa. A pesar de que tenía un trabajo con el que podía vivir, la humilde modista estaba llena de congoja, pues estaba enamorada de hijo del dueño de las galerías. Era este un mozo muy bien plantado, pero que tenía dos graves problemas: no sabía vocalizar y era muy inseguro respecto a sus sentimientos. Sin embargo, nada de esto le importaba a la joven modista, pues ambos estaban enamorados desde que eran niños.
Pero, con el tiempo, empezaron a surgir los problemas entre ellos. La verdad es que el destino disfrutaba cachondeándose de ellos, pues todas las fuerzas del cosmos parecían conspirar para que nunca pudieran estar juntos. Cuando deciden escaparse de la tiranía de sus familias, resulta que son descubiertos y separados. Al chico se le acerca una princesita de buen ver y hace como que la quiere, aunque en el fondo se le cae la baba por la modistilla. Eso no le impide, no obstante, casarse con la princesita mientras sigue estando celoso de todos los mozalbetes que se acercan a nuestra bella modista, a la que ninguno parece capaz de resistirse tras una primera mirada de asombro.
Pero ahí estaban las amigas de la modista, que siempre estaban pendientes de sus líos amorosos a pesar de tener sus propios problemas. En realidad, todo el mundo está volcado en sus relaciones amorosas y/o sexuales (su tío, la princesita, los propios protagonistas...), así que el trabajo de las galerías está un poco dejado de lado. Pero... ¿acaso no es así en todos los cuentos de hadas?
Con el paso de los años y las innumerables temporadas (probablemente dos por año), el Duque y la modistilla comenzarán a impacientarse y perderán toda esperanza de volver a estar juntos. Pues, ¿quién iba a quedarse esperando a ver un final que se ve venir desde lejos?
Y colorín, colorado... este cuento aún no se ha acabado.
Pero, con el tiempo, empezaron a surgir los problemas entre ellos. La verdad es que el destino disfrutaba cachondeándose de ellos, pues todas las fuerzas del cosmos parecían conspirar para que nunca pudieran estar juntos. Cuando deciden escaparse de la tiranía de sus familias, resulta que son descubiertos y separados. Al chico se le acerca una princesita de buen ver y hace como que la quiere, aunque en el fondo se le cae la baba por la modistilla. Eso no le impide, no obstante, casarse con la princesita mientras sigue estando celoso de todos los mozalbetes que se acercan a nuestra bella modista, a la que ninguno parece capaz de resistirse tras una primera mirada de asombro.
Pero ahí estaban las amigas de la modista, que siempre estaban pendientes de sus líos amorosos a pesar de tener sus propios problemas. En realidad, todo el mundo está volcado en sus relaciones amorosas y/o sexuales (su tío, la princesita, los propios protagonistas...), así que el trabajo de las galerías está un poco dejado de lado. Pero... ¿acaso no es así en todos los cuentos de hadas?
Con el paso de los años y las innumerables temporadas (probablemente dos por año), el Duque y la modistilla comenzarán a impacientarse y perderán toda esperanza de volver a estar juntos. Pues, ¿quién iba a quedarse esperando a ver un final que se ve venir desde lejos?
Y colorín, colorado... este cuento aún no se ha acabado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Ni se acabará, visto lo visto. ¿Qué esperabais de una serie de Antena 3? No tenéis más que echar un vistazo a las series estrella de la cadena: Amar es para Siempre, El Secreto de Puente Viejo... Por supuesto, Velvet no podía ser la excepción, y menos con la audiencia que está teniendo. Así que tomáoslo con calma: tenemos serie para rato.
Y la verdad es que no lo entiendo, porque es una serie simplona donde las haya. Obviamente, redunda en los clichés que toda serie española debe tener: chica pobre enamorada de chico rico, pero su amor es imposible; la chica rica enamorada como una tonta del sosainas del protagonista; la hermana putón del protagonista; las amigas escandalosas de la chica pobre; la madre desaparecida del chico rico; el otro novio de la modistilla; la mujer enamorada del chico joven... Y, por supuesto, innumerables situaciones forzadas, metidas con calzador, a veces incoherentes y otras veces sencillamente imposibles, porque no me creo que el grado de subnormalidad de los supuestos personajes que interpretan los actores sea tan alto.
No puedo decir que me sorprenda, pero esperaba más de una serie ambientada en la España de los años 50. Al final, los elementos históricos quedan reducidos a un nivel paródico y anecdótico, por medio de guiños que el público se alegra mucho de poder pillar.
Vestuario y peluquería impecables, eso sí. Hasta recién levantadas todas las chicas tienen un peinado espléndido. Ni un pelo fuera del sitio, ni un lazo retorcido, ni una arruga en sus camisones perfectos. Surrealismo por doquier.
Actuaciones dignas de sonrojo e inspiradoras de un hondo sentimiento de incredulidad. Me parece increíble que unos grandes de la pantalla como José Sacristán, Aitana Sánchez-Gijón o Ángela Molina no sean capaces de salvar la papeleta. Pero, ¿qué se puede hacer con el material que les dan? No me extraña que muchos actores se vuelvan al teatro...
Y eso es Velvet. La típica historia que todos hemos visto millones de veces, con el final que todos auguramos... y que no ocurrirá hasta que la serie pierda audiencia y haya que cancelarla. Hasta entonces, tendremos que disfrutar de este eterno cuento de hadas.
Y la verdad es que no lo entiendo, porque es una serie simplona donde las haya. Obviamente, redunda en los clichés que toda serie española debe tener: chica pobre enamorada de chico rico, pero su amor es imposible; la chica rica enamorada como una tonta del sosainas del protagonista; la hermana putón del protagonista; las amigas escandalosas de la chica pobre; la madre desaparecida del chico rico; el otro novio de la modistilla; la mujer enamorada del chico joven... Y, por supuesto, innumerables situaciones forzadas, metidas con calzador, a veces incoherentes y otras veces sencillamente imposibles, porque no me creo que el grado de subnormalidad de los supuestos personajes que interpretan los actores sea tan alto.
No puedo decir que me sorprenda, pero esperaba más de una serie ambientada en la España de los años 50. Al final, los elementos históricos quedan reducidos a un nivel paródico y anecdótico, por medio de guiños que el público se alegra mucho de poder pillar.
Vestuario y peluquería impecables, eso sí. Hasta recién levantadas todas las chicas tienen un peinado espléndido. Ni un pelo fuera del sitio, ni un lazo retorcido, ni una arruga en sus camisones perfectos. Surrealismo por doquier.
Actuaciones dignas de sonrojo e inspiradoras de un hondo sentimiento de incredulidad. Me parece increíble que unos grandes de la pantalla como José Sacristán, Aitana Sánchez-Gijón o Ángela Molina no sean capaces de salvar la papeleta. Pero, ¿qué se puede hacer con el material que les dan? No me extraña que muchos actores se vuelvan al teatro...
Y eso es Velvet. La típica historia que todos hemos visto millones de veces, con el final que todos auguramos... y que no ocurrirá hasta que la serie pierda audiencia y haya que cancelarla. Hasta entonces, tendremos que disfrutar de este eterno cuento de hadas.