Desde la banda sonora, hasta los perfectos decorados, el ambiente de aquellos años 20 con la crisis galopante en pleno apogeo, la policía corrupta y las apuestas funcionando a tope, más o menos lo que está ocurriendo con la crisis actual, proliferan los timadores de poca monta y de guante blanco que perfectamente se definen en esta cinta.

No cabe duda de que el plan es perfecto, pulido hasta el último detalle, para conseguir que los dos protagonistas salgan limpios del asunto, con dos actores de peso que trabajaron juntos en "Dos hombres y un destino", dirigida también por George Roy Hill, y un elenco de secundarios de verdadero lujo, con mención especial a la excelsa actuación del timado, Robert Shaw.

Una obra de arte para degustar, y más si la pueden ver en la edición para coleccionista. Sencillamente perfecta. Una obra de arte del timo.

Matrícula de honor, 10.