Me apunto el nombre del director de esta bazofia especulativa, Sylvain White, para procurar no ver nada que tenga su firma. Terrible especie de secuela, fundando el guión en unos recortes de periódico de la anterior, y con "nuestro" asesino convertido en un ser sobrenatural fruto de la leyenda urbana que reaparece diez años después.

Ni siquiera han conseguido momentos de verdadero pánico de lo mala que es, y sólo salvar, por salvar algo, la presencia de Brooke Nevin, a la que conozco de la serie "Ex convictos" donde hacía el papel de tímida secretaria.

Francamente vergonzosa en todos los aspectos, guión, diálogo, fotografía, montaje, banda sonora. Si leen mi comentario, absténganse de verla.

Mala, 2.