Aunque parezca mentira, no ha pasado tanto tiempo desde que estos hechos ocurrieron, yo mismo nací en uno de los centros denunciados donde se produjeron robos de recién nacidos en Madrid durante aquellos años.

Eran los últimos estertores de la dictadura franquista, la Iglesia católica, defensora y defendida por el régimen, una sociedad anclada en el pasado y en una visión católica de la familia tradicional enfermiza y un grupo de criminales, profesionales médicos y enfermeras, y sobre todo monjas, que sin ningún respeto a ese Dios que dicen que aman, robaban hijos a las pobres incautas a cambio de dinero para las familias ricas y afines, de misa diaria, que además hacían suyos sin adoptarlos, falsificando certificados de nacimiento.

Vergonzoso las parejas que cual si de esclavos se trataran, miran los dientes de los niños que pretenden adoptar.

He ahondado un poco en el asunto, y he encontrado multitud de referencias en Internet a este drama que aún está vigente en España, aunque nadie habla de él, todos callamos, por la vergüenza de que estos hechos proliferaron entre nosotros, y donde nadie está libre de pecado.

Miniserie corta, aséptica, contemplando los hechos como si de un documental se tratara, con la excelente actuación de una jovencísima Adriana Ugarte en el papel de joven que descubre que fue entregada a sus padres que no son los biológicos, con Blanca Portillo excepcional en el papel de monja dura y antipática y Emilio Gutiérrez Caba como el médico instigador del "negocio",

Aquí dejo una de las noticias, para los que tengan curiosidad, sobre una de las monjas procesadas que eludió la acción de la justicia al morir días antes de enfrentarse al juicio

elmundo.es/cronica/2013/12/21/52b491e….

Notable, 7.