Una gran película con un protagonista pequeño. El increíble hombre menguante conjuga muy bien los elementos que hacen de un film un éxito duradero: está bien planeada, bien dirigida, bien dosificada, bien interpretada y cimentada sobre un buen argumento. Si bien hay momentos en que los efectos visuales deslucen, sobre todo viendo a que cotas estamos llegando últimamente, la línea general es bastante buena; en lo tocante a decorados hacer una mención especial a lo apropiado y detallado de estos. En definitiva, una estupenda película que está hoy igual de joven que hace treinta años.