“Mi super ex-novia” o un nuevo intento de Ivan Reitman de combinar la comedia con el género fantástico. Le funcionó bastante bien con su mejor película, ese “clásico” de los videoclubs de los ochenta titulado “Cazafantasmas”.
Pero la colección de comedias mediocres (vía Arnold Schwarzenegger) y una película para apalearle hasta el fin de los tiempos, “Seis días y siete noches”, no le colocan en una posición bastante relevante.

Esta vez toca la comedia romántica combinada con una de superhéroes bajo la parodia de “Atracción fatal”; y la cosa aparentemente funciona, hasta como muy bien indica mi amiga namusi, se enrollan y el filme se empieza a evaporar como el esperma a la velocidad del sonido.

Aunque es bastante mejor que “Evolution” y que incluso el muermo fallido de “Superman Returns: El regreso” y muchos filmes de superhéroes no llega al aprobado. Aunque tiene sus momentos: ese ataque vengativo en forma de lanzamiento de tiburón o el mencionado anteriormente por todos, el polvo aéreo en caída libre (como se queda grabado en la retina el sexo, pervertidos).

Su problema es muy simple y es que hereda los defectos de la comedia romántica: es demasiado olvidable y tonta, sobre todo en su recta final. Eso sí, el personaje de la chica G es novedoso. El de una hija de puta megalómana, inestable y neurótica con o sin disfraz.

Si fuese un filme de la Troma o uno de serie b con menos deleite de efectos especiales, con personajes más carismáticos y situaciones más absurdas sin llegar a lo previsible estaría mucho, pero que mucho mejor.