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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
5
Drama Basada en una historia real. Después de haberse retirado del boxeo, James J. Braddock decidió volver al cuadrilátero, en la época de la Gran Depresión, para poder alimentar a su familia. No era un boxeador con talento, pero su coraje, sacrificio y dignidad lo llevaron hasta la cumbre. (FILMAFFINITY)
20 de febrero de 2006
33 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece que Ron Howard está dispuesto a hacer lo que sea para estar en la gala de los Oscar cada año. La cosa funcionó con la inefable “Una mente maravillosa” pero cada vez a este tipo se le ven más las intenciones. Misteriosamente después del éxito de “El show de Truman” Ron Howard dirige “Ed TV”. Después de los Oscars y magníficas críticas de “Million Dollar baby”se abre la veda de películas de boxeo. Ron Howard por supuesto se apunta al carro con “Cinderella man”. El año que viene dirigirá un filme con tres cowboys gays para que no le acusen de plagio.

Y eso que hay historia. La vida y milagros durante la depresión de James J. Braddock tiene todos los elementos para conmover y emocionar hasta una piedra. El problema es que Ron Howard opta por la vía fácil: elevar los valores de sacrificio por la familia (los niños pasando hambre dan siempre buenos resultados), el de una mujer entregada a la causa y que no quiere que le maten a su marido en un ring (si los mata él mejor) y en estereotipar a niveles lamentables a los personajes.
El malo es malísimo. ¡Es un asesino, una mala persona y encima se mete con el pobre James! El periodista cojononero e inoportuno tampoco falta, pero por supuesto todos sabemos que montará un club de fans al final de la película.

No faltan los momentos de tensión similares al de una final de OT y en convertir lo que podría haber sido una de las mejores películas del 2005 en una digna heredera de los telefilmes familiares de la Disney. Una claro ejemplo de filme de "valores morales y familiares positivos".

El último previsible y por momentos vomitivo pastel de Ron Howard se salva por su impecable factura técnica y por la notable planificación y montaje de las secuencias de boxeo. Su nominación al Oscar al mejor montaje no es casualidad. También Paul Gimatti y Russell Crowe están pletóricos, aunque éste último se llevase el papel a casa; y el público americano (y la academia americana de cine) sabemos que son de los que no perdonan.
Maldito Bastardo
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