Salí destrozado del cine tras ver esta buena película.

No cabe duda de su hermosa fotografía, su potable dirección y de las interpretaciones... pero todo eso se hace con dinero. ¿Han hecho algo más que eso, que ya viene de serie en una superproducción americana? ¡NO!

Era la oportunidad perfecta para abrir un poco la mentalidad occidental para con oriente, y lejos de aprovecharla se dedican a destruir la cultura japonesa.

Podría haber sido el retrato del sugestivo arte de las geishas, podría haber sido una puerta para descubrir el Japón que rara vez se ve en una película occidental, podría haber sido un entretenimiento sano y no corrupto, podría haber sido la lanzadera internacional para jóvenes y buenas actrices japonesas, podrían haberse documentado antes de meter las manos en un tema tan secreto, y podrían no haber pensado que somos tontos y que ver a una china haciéndose pasar por japonesa (que se las caza al vuelo) y hablando en japonés o inglés segun les conviene... no nos iba a alertar de que lo único que quieren es que paguemos la entrada de cine.

Es entretenida, sí. Pasé un rato agradable a partir de la aparición de Zhang Ziyi, ya que todo lo anterior es sencillamente vergonzoso y me costó muchísimo aceptar la cantidad de bulos que intentaban levantar (y que todo el mundo creerá, pues nadie tiene ni idea de Japón). Toda la primera parte de la película no hacía más que esperar la aparición de Gong Li, como siempre preciosa e imponente.

En la segunda parte de la película, conseguí pasar por alto todo y disfrutar de un buen ritmo narrativo y de escenas preciosas... ayudado todo por Michelle Yeoh y Ziyi, lo mejor de la película. Pero la tercera parte... es tristísima, pasando de puntillas por todo lo que se cuenta. Al final, nos da igual la historia de amor, nos da igual todo, sólo queremos disfrutar del buen hacer del equipo técnico del film y de las interpretaciones de los actores.

Durante el desarrollo, la trama va careciendo cada vez más de emoción, y sólo se recupera cuando una voz en off narra un fragmento del libro y nos devuelve a una historia que no aporta nada a nadie.

Lo mejor: Ziyi, Li, Yeoh, Watanabe, Ohgo y algun que otro desconocido gran actor que, despues de todo, se agradece poder ver en una superproducción internacional. La fotografía diseñada para ganar premios y revestir con lujo algo mediocre. La BSO. El cartel.

Lo peor: La cantidad de timos y falsos testimonios, de indocumentación y pretensión. El PÉSIMO doblaje al castellano. Que no quede claro qué es una geisha. El penoso y predecible final. La falta de respeto que supone todo el film.

Recomendable sólo para pasar un buen rato y deleitarse con la belleza de las protagonistas. Si sabéis algo de cultura japonesa, olvidadla antes de entrar a la sala.