Excelente cine sin salir de casa. Ya va siendo hora de retirar esa etiqueta despectiva de "cine español" intentando descalificarlo. Etiqueta con la que nunca he estado de acuerdo, ni ahora, ni antes. Siempre se le ha despreciado, valorando o sobrevalorando todo lo que viene de fuera.

El cine español contemporáneo es bueno, pero el cine pasado también lo fue.

"Año 1987", sólo dos actores José Sacristán y María Valverde, sin paisajes, ni extras, ni efectos especiales, únicamente ellos dos encerrados en un minúsculo y cutre cuarto de baño. En esas cuatro paredes transcurre toda la película, salvo una pequeña ventana que les comunica con el exterior. Mezclando unos acertados diálogos y la imagen desnuda, sin comillas, de ambos personajes. Con estos pocos elementos David Trueba consigue una película compacta, sin fisuras.


Una lucha sin tapujos entre la veteranía, rozando la vejez o casi la senectud de carnes flácidas y caídas, con teorías con las que el personaje intenta sentar cátedra y hacer ver que ya lo sabe y que está de vuelta de todo, contra la inexperiencia, la ignorancia y la insultante juventud de carnes duras y prietas, con la idea de aprender y conocer sin ningún tabú ni pensamiento preconcebido. En esta guerra generacional dialéctica cuerpo a cuerpo hay un ganador tras varios días de encierro obligado.


Dos actores, José Sacristán que ya lleva años demostrando su buen hacer en el cine y en el teatro, y que trabajó en esas formidables películas del pasado, y María Valverde que poco a poco se está haciendo un hueco dentro de las grandes actrices del panorama español, trabajando en las excelentes películas que en este momento se están realizando. El pasado, el presente y el futuro mezclado.


A los dos les quiere la cámara, José Sacristán, perfecto en su papel de veterano sabio, y María Valverde, muy correcta en su papel de joven aprendiz.

¡Qué lastima!, la película sólo estaba en cartel en tres salas de Madrid, y no creo que permanezca más de dos semanas.....

K.