Estamos ante una película de fuerte impacto emocional. Los actores perfectos transmitiendonos sus miedos y obsesiones Hugh Jackman, sus preocupaciones Ellen Burstyn pero sobre todo Rachel Weisz con su actuación hace que me enamore de ella, así que me resulta gracioso que al crítico de "El Mundo" le desenamore en esta película.
Darren Aronofsky se ha convertido en un maestro del drama, todas sus películas son muy duras, en esta película vuelve a hablarnos del más allá como ya hizo en Pi, pero esta vez el mecanismo para comprender el más allá no serán las matemáticas sino la mitología.
La música muy buena llevada a cabo por Clint Mansell, colaborador en todas las películas de Aronofsky.
Un aspecto negativo de la película es un fallo referente a la historia, no voy a criticar lo que narra en el s. XV porque lo entiendo como ficción, pero el término España esta equivocado, no existia en ese siglo, lo que existía era la unión entre los reinos de Castilla y la Corona de Aragón que no fusión ya que mantenían sus peculiaridades cada uno.